Cada año, una particular visita proveniente del desierto del Sahara, en África, llega hasta México. Se trata del conocido "Polvo del Sahara", una nube de partículas que viaja miles de kilómetros por el aire y que está próxima a arribar nuevamente a nuestro país.
¿Qué es el Polvo del Sahara?
El Polvo del Sahara no es más que una masa de partículas finas arrastradas por los vientos desde el desierto africano. Este fenómeno natural puede afectar diversas condiciones atmosféricas y medioambientales al llegar a México, desde alteraciones en la calidad del aire hasta impactantes cambios en los colores del cielo.
Generalmente, el Polvo del Sahara llega a México entre junio y julio. Este año se estima que pueda llegar la última semana de junio, así como durante los meses de julio y agosto, sin que exista como tal un día exacto. Aunque la precisión de su llegada siempre depende de las condiciones atmosféricas y de los patrones de viento.
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Los estados que con mayor probabilidad serán afectados por el Polvo del Sahara incluyen la Península de Yucatán (Quintana Roo, Campeche y Yucatán), Tamaulipas, Veracruz y el noreste de México, específicamente Nuevo León, Coahuila y Tamaulipas. No obstante, el polvo podría extenderse hacia otras regiones del país según la dirección del viento.
¿Cuáles son los efectos del polvo del Sahara?
- Cambios en la tonalidad del cielo, que podría adquirir tonos naranjas o marrones.
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- Reducción en la visibilidad debido a la presencia de partículas suspendidas en el aire.
- Posibles problemas respiratorios, especialmente en personas con condiciones preexistentes como asma o alergias.
- Impacto en los arrecifes de coral y en la calidad del agua, a través de la lluvia ácida.
Para proteger la salud frente a la llegada del Polvo del Sahara, se recomienda:
- Limitar la exposición al aire libre, especialmente para personas susceptibles a problemas respiratorios.
- Utilizar cubrebocas y gafas de protección para evitar la inhalación de partículas y proteger los ojos.
- Mantener cerradas las ventanas de las casas y limpiar frecuentemente para reducir la presencia de polvo en interiores.
- Mantenerse bien hidratado, bebiendo suficiente agua durante el día.
Aunque el Polvo del Sahara no representa un riesgo mayoritario para la población, es fundamental estar informados y tomar precauciones básicas para minimizar sus posibles efectos adversos. Las autoridades competentes continúan monitoreando su avance y emitiendo recomendaciones pertinentes para garantizar la seguridad y el bienestar de todos.
Recuerda consultar las fuentes oficiales para obtener la información más actualizada sobre este fenómeno natural.