Contar con un empleo que se ajuste a tus habilidades y aptitudes es fundamental para sostener económicamente a tu familia y cubrir gastos básicos a lo largo de tu carrera laboral. Además, planificar un ahorro adecuado para la jubilación te permitirá disfrutar de un retiro tranquilo y sin preocupaciones financieras.
Dentro de tus derechos laborales, establecidos en la Ley Federal del Trabajo (LFT), tu empleador está obligado a realizar las aportaciones patronales al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) una vez que te haya dado de alta, garantizando así no solo tu cobertura de seguridad social, sino también alimentando tu Cuenta Individual de Afore para tu futuro retiro.
Con un fondo de ahorros adecuado, al llegar a la edad de jubilación podrás solicitar el desembolso de esos recursos. Sin embargo, el porcentaje autorizado variará según la edad en la que te retires. Por lo tanto, es importante comprender la diferencia en tu pensión si te jubilas a los 60 o a los 65 años, para evaluar cuál opción te conviene más.
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La diferencia en tu pensión si te jubilas a los 60 o a los 65 años de edad
Los fondos guardados en tu Subcuenta de Retiro, Cesantía en Edad Avanzada y Vejez (RCV) pueden solicitarse desde los 60 años bajo el esquema de Cesantía, pero recibirás solo un porcentaje del total. Este porcentaje aumenta gradualmente y alcanza el 100% de la pensión si decides jubilarte a los 65 años.
A partir de los 60 años, puedes acceder a la Cesantía en Edad Avanzada, aunque recibirás tres cuartas partes de la pensión total que obtendrías si te jubilas por vejez. Las proporciones varían según la edad, siendo:
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Retiro por Cesantía en Edad Avanzada a los 60 años: 75% de la pensión
Retiro por Cesantía en Edad Avanzada a los 61 años: 80% de la pensión
Retiro por Cesantía en Edad Avanzada a los 62 años: 85% de la pensión
Retiro por Cesantía en Edad Avanzada a los 63 años: 90% de la pensión
Retiro por Cesantía en Edad Avanzada a los 64 años: 95% de la pensión
Retiro por Vejez a los 65 años: 100% de la pensión