La popularidad de la dieta cruda para mascotas o BARF, ha aumentado en los últimos años, con muchos propietarios de perros y gatos buscando alternativas "naturales" para alimentar a sus mascotas.
Esta tendencia, conocida como la Dieta de Alimentos Crudos Biológicamente Apropiados (RMBD, por sus siglas en inglés), se basa en alimentos crudos como huesos, carne, vísceras, huevos, leche, frutas, legumbres y vegetales.
Se promueven beneficios para la salud, como una mejora en la digestión y un microbioma intestinal más saludable. Sin embargo, investigaciones recientes advierten sobre los riesgos asociados con esta práctica.
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Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Bristol analizó a 600 perros domésticos sanos y encontró que aquellos alimentados con carne cruda tenían un mayor riesgo de excretar Escherichia coli resistente a la ciprofloxacina, un antibiótico comúnmente utilizado.
A pesar de las afirmaciones de una dieta cruda para mascotas, la investigación científica aún está en sus primeras etapas. Aunque se han sugerido beneficios como pelajes más brillantes y sistemas inmunológicos fortalecidos, estos no están respaldados por una sólida base científica.
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Antes de optar por una dieta cruda para tu perro, es crucial consultar con un veterinario. Un profesional puede brindarte orientación personalizada y ayudarte a comprender los posibles riesgos y beneficios para la salud de tu mascota.