Si eres fan de El Rey León, debes conocer perfectamente al protagonista de la historia, Simba, un cachorro que a lo largo de la trama muestra detalles sorprendentes de su personalidad.
Como buen joven en la cinta se muestra un tanto inmaduro y incluso arrogante, pero ¿cómo sería la imagen de este pequeño felino como humano?
De acuerdo a la inteligencia artificial, Simba sería un adolescente de ojos cafés claros, con cabello rubio y una predominante sonrisa en su rostro.
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En la historia original de la saga de El Rey León, a nuestro personaje le gusta correr y explorar.
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Es el único hijo de Mufasa, el rey de la sabana y jefe de “La Roca del Rey”. Su madre es la reina Sarabi, es sobrino de Scar, el hermano de Mufasa y está siempre acompañado por su amiga Nala.
Como un cachorro, en la animación, Simba su piel es oro-marrón. Sus ojos son de color naranja, el antifaz son el castaño, el hocico, parte de abajo, patas delanteras, y reducir los antifaces son de color claro.
El inicio de historia de Simba
En el comienzo de la primera película, Simba es un bebé acurrucado en las patas de su madre durante la ceremonia real, donde todos los cachorros del rey y la reina se presentan desde la cima de la Roca del Rey. Para la ceremonia, el babuino Rafiki abre una calabaza y dibuja una marca roja en la frente de Simba. Se rocía la arena en la cabeza del recién nacido, causando bebé Simba a estornudar.
Después de su unción, Rafiki lo recoge y presenta Simba a todos los animales que se habían reunido para verlo. Simba se convierte en un cachorro alegre, juguetón. Al despertarse una mañana al amanecer, le ruega a su padre que le muestre todo el reino y es ahí donde la historia toma un rumbo inesperado y recordado por todos los fanáticos.