Consentir a nuestro perro jamás será un pecado, al contrario, en un mundo donde sigue permeando la violencia contra los animales, los que tienen un hogar son bastante privilegiados. Sin embargo, puede que el amor que le demos a nuestra mascota no sea el adecuado, llegando a rozar con una educación humanizada.
En los últimos años, el amor por las mascotas incrementó abismalmente, en 2022, según datos de la Organización Mundial de Sanidad Animal, se calculó que habrían más de 700 millones de perros en el mundo, pero 75% de ellos, sin un hogar.
De acuerdo con White Mountain Group, del total de crecimiento poblacional de mascotas, el 45% proviene de Latinoamérica.
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Las personas que viven en ciudades, donde el contacto con la naturaleza es limitado, pueden ver a sus mascotas como un sustituto de la compañía humana, y no está mal, lo que sí, es pensar que son humanos.
¿Qué es la humanización de perros?
La humanización de las mascotas es la tendencia a tratar a los animales como si fueran personas, atribuyéndoles emociones, pensamientos y necesidades humanas. Si bien este fenómeno puede ser visto como una muestra de afecto y cuidado, también puede tener consecuencias negativas.
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¿Cuáles son los riesgos de tratar a nuestro perro como si fuera un niño?
Las mascotas no son capaces de comprender las expectativas humanas. Si les educamos como si fueran personas, podemos estar frustrándolas al no poder cumplir con nuestras expectativas. Esto puede generar ansiedad, estrés y problemas de comportamiento en la mascota.
Aunado a eso, un ambiente sobreprotector puede generar ansiedad por separación en las mascotas, desencadenando comportamientos destructivos y estrés.
Al tratar a tu perro como un humano, estaría fomentando comportamientos que no son deseables, por ejemplo, si le permites comer de tu plato, será difícil que luego aprenda a comportarse como un animal o que acate tus indicaciones cuando le digas que no.
Otro rasgo bastante común y que se debe evitar, es darle de nuestra comida a la mascota, ya que puede desarrollar obesidad u otros problemas de salud.
Es importante ser consciente de los riesgos de educar a tu perro como si fuera un humano; claro que son un miembro más de nuestra familia, pero cada uno tiene su naturaleza y forma de desarrollarse en el hogar.