El gato siamés es una de las razas felinas más icónicas del mundo, ya que su cuerpo largo y ágil, combinado con un pelaje blanquecino adornado por marcas oscuras en las extremidades, lo convierten en un espectáculo visual inigualable. A continuación te decimos cuáles son las peculiaridades de esta raza.
¿Cuál es la historia del gato siamés?
Originario del antiguo reino de Siam, hoy conocido como Tailandia, el gato siamés era considerado un guardián de templos y del trono real.
Según relatos recogidos por Hill’s, una reconocida empresa de alimentos para mascotas, estos felinos tenían un papel crucial en la protección del rey. Gracias a su agilidad y destreza, se encaramaban a las columnas que rodeaban el trono, listos para defenderlo de cualquier amenaza.
Te podría interesar
El viaje de los siameses hacia Occidente comenzó a finales del siglo XIX, cuando el rey de Siam regaló una pareja, llamada Pho y Mia, al consulado inglés en Bangkok.
En 1884, estos gatos llegaron a Inglaterra, marcando el inicio de su expansión por Europa y posteriormente por Norteamérica. Durante las primeras décadas del siglo XX, su popularidad era limitada, pero tras la Segunda Guerra Mundial se convirtieron en una de las razas más registradas a nivel mundial.
Te podría interesar
¿Cuál es su costo?
Según el magazine especializado Zooplus, lo ideal es comprarlo a un criador serio para garantizar su bienestar y minimizar riesgos de enfermedades hereditarias. En Europa, un ejemplar puede costar alrededor de 600 euros, aunque también es posible encontrar siameses en refugios para adopción, brindando así una segunda oportunidad a estos felinos.
Cabe mencionar que el siamés no solo destaca por su apariencia, sino también por su carácter, ya que las hembras suelen pesar entre tres y cuatro kilos, mientras que los machos alcanzan hasta cinco.
Su figura esbelta y su elegante movimiento reflejan una energía constante. Estos gatos son conocidos por ser extremadamente sociales y dependientes de la interacción humana, lo que les ha valido el apodo de “gato entre los perros”.
¿Cómo debe ser su alimentación?
En términos de alimentación, el siamés demanda una dieta equilibrada y agua fresca constante, especialmente si consume pasto seco, por lo que cualquier cambio en su dieta debe ser gradual para evitar problemas digestivos. Además, estos gatos disfrutan del calor, por lo que suelen buscar lugares cálidos como radiadores o chimeneas.
El gato siamés, con su mezcla de historia, belleza y personalidad, sigue conquistando corazones en todo el mundo, ya sea como guardián o como un querido miembro de la familia moderna, este felino es sin duda una joya en el mundo animal.