Si alguna vez te has preguntado cómo nació el oficio de cartero debes de saber que tuvo su origen en la Nueva España por la indiferencia de los novohispanos, quienes no recogían su correspondencia de las oficinas postales ni de los buzones, motivo por el cual el Virrey, bajo la Ordenanza de 1762, destinó a hombres que las llevaran a las casas, a los cuales se les denominó carteros.
A lo largo de la historia incontables cambios ha experimentado la sociedad desde que Joseph Lazcano, primer cartero de oficio del que se tiene registro en la Nueva España, empezó a repartir a domicilio legajos, cartas, documentos oficiales, libros y otros impresos. Conforme a las ordenanzas reales, Lazcano cobraba el porte, previamente indicado en la envoltura por el administrador de correos. Él sólo percibía un cuarto de real de sobre porte por cada carta. Hasta que en el año 1795 se crearon las plazas postales en México y Veracruz instalándose oficinas subalternas de correos en numerosas ciudades o villas.
Al paso de los años, la importancia del correo fue aumentado y con esto el número de colaboradores, poco a poco se fue transformando y surgió la necesidad de reconocer la labor de las personas que realizaban este importante oficio.
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Es así que desde hace más de 90 años, el 12 de noviembre se celebra a los carteros y empleados postales, gracias a la iniciativa presentada al entonces Presidente de la República Pascual Ortiz Rubio por Luis G. Franco, empleado del Servicio Postal Mexicano, que consideraba que el cartero simbolizaba la personificación de quien salvaguarda los intereses de la sociedad por tierra, mar o cielo, contribuyendo con la humanidad en nombre del correo.
¿Cuál ha sido el papel del cartero en la sociedad mexicana?
El cartero por años desempeñó una de las principales funciones del Servicio Postal Mexicano, que era efectuar las entregas personalizadas de cartas y paquetes ordinarias o registradas en un domicilio en particular, previa clasificación y confección del rumbo de reparto.
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Depositarios de la confianza popular, los carteros fueron símbolo de civilización. En el contenido de su valija llevaban hasta los más apartados rincones la alegría, la tristeza, el reconocimiento y la presencia de los ausentes. Su lealtad y su esfuerzo propiciaron que entre el remitente y el destinatario se estableciera o se reafirmara un lazo que parecía casi irrecuperable: el privilegio de conversar aún en la distancia.
¿Cómo ha cambiado el oficio de cartero con el acceso a nuevas tecnologías?
A pesar que cada vez más personas utilizan las tecnologías para comunicarse porque así lo demanda el nuevo estilo de vida, y hoy en día el correo electrónico o la mensajería instantánea son una necesidad para que la mayoría de las personas realice sus tareas cotidianas, la realidad es que no toda la población tiene acceso a internet y vive en lugares recónditos del país, por lo que la labor de los carteros es esencial para mantener comunicación.
Correos de México ofrece a la población envío y recepción de correspondencia y paquetería de más de 192 países a través de la “Unión Postal Universal”, sin embargo es en las pequeñas comunidades donde son más reconocidos.
Mientras que el correo postal llega al 97 por ciento de la población, sólo más del 50 por ciento de los hogares en México tienen acceso a internet.