ACCIDENTE AÉREO

Hombre narra cómo se bajó de avión que explotó con 107 personas a bordo

Le pidieron descender del avión y cambiar de vuelo, esa instrucción le salvaría la vida a Diego Bermúdez un 27 de noviembre de 1989.

Imagen ilustrativa del vuelo 203.
Imagen ilustrativa del vuelo 203.Créditos: Pixabay
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Probablemente has escuchado la frase “cuando te toca te toca, y cuando no, aunque te pongas”. Pues bien, un hombre se bajó de avión que explotó minutos después de haber despegado. Del desplome aéreo ya han pasado mas de 30 años y hoy Diego Bermúdez nos cuenta la historia de cómo burló a la muerte.

“Se trata de un avión Boeing 727 de la compañía Avianca, identificado con la matrícula HK 1803, este avión salió del Puente Aéreo, dice el capitán Vásquez. Lleva seis tripulantes y 101 pasajeros, iba de Bogotá hacia Cali; aparentemente (…) han muerto los seis tripulantes y un número aún indeterminado de personas” exclamó el capitán Vásquez.

Este fue le mensaje que escuchó Diego, desconcertado, en la radio desde tierra, no daba crédito que el avión del que acaba de bajar había colapsado. El vuelo 203 de Avianca que viajaría de Bogotá a Cali, se había hecho explotar por una bomba puesta por el cartel de Medellín el 27 de noviembre de 1989.

El día previo al estallido del avión

Cuenta Bermúdez que un día ante le tocaba estar al pendiente, no le habían asignado vuelo y realmente estaba esperando la noticia de no volar al siguiente día, pues quería aprovechar para ir a beber con sus amigos.

Diego llevaba ya más de cuatro años como auxiliar de vuelo, durante todo ese tiempo su estancia transcurrió tranquilamente. Mientras hacía la guardia tenía que esperar o llamar a casa para ver si había alguna novedad para mañana; efectivamente, su madre la avisó que sería asignado al vuelo de las 7 de la mañana que viajaría de Bogotá a Cali.

Listos para despegar

“Nos fuimos para el avión e hicimos el briefing, que es un tema técnico de aviación de prevuelo de tripulantes, para cuando llegara el piloto. Realizamos el chequeo del equipo, asignamos puertas de emergencia, quiénes iban, todo”. Todo estaba listo para despegar, el vuelo 203 se encontraba a minutos de despegar.

Astrid, su compañera de vuelo, y Diego se posicionaron en las puertas delanteras del avión, esto mientras conversaban de los planes que tenía su compañera para mudarse junto a su hija.

La tripulación estaba completa con lo Germán Pereira Torres; el ingeniero Luis Jairo Castiblanco; el capitán José Ignacio Ossa y el copiloto Fernando Pizarro. Aún faltaba los pasajeros, la fase de abordaje apenas comenzaría y un último cambio en los planes dejaría a Diego fuera del viaje en aquella ocasión.

Una de las compañeras, Rita, tenía en la compañía más tiempo de antigüedad que Bermúdez, lo que le daba una ventaja sobre el al momento de decidir los vuelos para abordar. Rita le explicó que era una cuestión familiar lo que la orilló a tomar el viaje que le toaba a Bermúdez: ”en diciembre estoy en un viaje larguísimo, salgo a vacaciones más de un mes. Aquí tengo los regalos de Navidad para llevárselos a mi mamá. Se los voy a ir a dejar”, lo cual no sucedió.

El momento de la caída

Con ese argumento, el chico auxiliar no hizo otra cosa más que buscar el vuelo que le reasignaron. El viaje que le tocaba iría a Medellín y después a Monería. Hizo el mismo procedimiento que la vez anterior en su nuevo vuelo, si embargo este llevaba un retraso considerable.

El ingeniero Hernán Cuellar leía las noticas en la silla 1A. de pronto el piloto Alberto Sarmiento a la cabina bastante agitado y detrás de la toda la tripulación. La notica del desplome del avión 1803 dejó a Diego atónito; describe que se contuvo para no desarmase en el momento.

A más de 31 años del fatídico accidente, el hombre que se bajó del avión que explotó en 1989 cuenta detalle a detalle lo que fue uno de los atentados aéreos más lamentables en la historia de Colombia.