Uno de los miedos más comunes, para algunos poco entendido, es el que se le tiene a aquellas personas que se maquillan y dedican a robar sonrisas a chicos y grandes, pero ¿Por qué nos dan miedo los payasos?
Cada 5 de noviembre se celebra el Día Internacional del Payaso, un día especial para valorar y homenajear a estos simpáticos personajes que solo buscan hacernos reír.
No existe un dato específico del origen de los payasos; sin embargo, se tienen registros de una profesión similar a los bufones y payasos desde el antiguo Egipto.
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Además, los griegos y romanos incorporaron payasos y bufones en obras satíricas de teatro, donde los protagonistas eran conocidos como payasos.
Además, en nuestro país, Moctezuma tuvo en su corte de palacio enanos y bufones jorobados que le hicieran reír.
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¿Le tienes miedo a los payasos?
Especialistas tienen detectadas tres razones por las que las personas suelen tenerle miedo a los payasos, la famosa fobia llamada Coulrofobia.
1.- Experiencia previa
El miedo puede ser por una mala experiencia en la infancia, es decir, si cuando eras niño alguien te asustó con un traje de payaso, es posible que esto pueda tener un efecto posterior que se refleja en tu edad adulta.
2.- Un efecto psicológico
Existe una hipótesis que detalla que algo muy conocido, como el rostro de un payaso puede provocar una reacción ambivalente, generando una sensación inquietante que cause rechazo.
Es decir, los rasgos exagerados del payaso al maquillar sus rasgos faciales, así como la risa constante, pueden desatar una sensación implacentera, ya que ocultan la identidad de la persona y sus intenciones.
3.- Estímulo social
'Eso' o ‘It’ de Stephen King es un ejemplo de esto, pues tanto la cinta como en su momento el libro, marcaron a toda una generación por lo que ver un payaso puede remitirlos a este personaje terrorífico.
Aunque el oficio de payaso no es un trabajo sencillo, pues tienen la responsabilidad de hacer divertir sanamente al público, especialmente al infantil, hay quienes no pueden dejar de verlo como algo terrorífico.
Ahora ya sabes por qué nos dan miedo los payasos, podría deberse a alguna de estas razones.