El mundo literario sigue divido en si la historia de Drácula realmente estuvo basada en Vlad III, príncipe de Valaquia quien se hizo famoso por ejecutar a sus enemigos empalándolos.
Cuando el escritor irlandés Abraham "Bram" Stoker se encontraba en el verano de 1890 justo en la creación de la obra que lo catapultaría al éxito de su carrera a nivel mundial, donde por fin—después de varios borradores—daría vida al Conde Drácula.
De acuerdo con una investigación realizada por la profesora Elizabeth Miller, considerada la baronesa de la casa de Drácula y ganadora del Premio Lord Ruthven, señala que Bram Stroker no tenía grandes conocimientos sobre Vlad, pero entonces ¿cómo le hizo para crear su novela?
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Drácula fue escrita en plena época victoriana donde el deseo sexual (que era completamente reprimido) estaba a flor de piel. Esto se vio reflejado en las relaciones que tuvo el Conde Drácula, además de que fue plasmado el tema del “consentimiento” cuando las víctimas permitían la entrada a sus habitaciones a este vampiro.
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El Conde Drácula
Abraham "Bram" Stoker poseía conocimientos teatrales que le permitieron crear con mucha sabiduría a Drácula (al cual nombró primero como Conde Wampyr) y su desarrollo creativo estuvo permeado por sus vacaciones en la costa inglesa con su esposa Florence y su hijo Noel en 1890.
Aunque en su libro, en ninguna página menciona la palabra “Tepes” como asegura la investigadora Miller, sí da el significado de Drácula el cual está basado en el libro An account of the principalities of Walacchia and Moldavia.
“Drácula en el idioma valaco significa ‘diablo’. Los valacos acostumbraban a darle ese nombre a cualquier persona que se hiciera notar, bien por su valor, su crueldad o su astucia”.
¿Quién fue entonces Vlade Tepes?
Vlad III de Valaquia, mejor conocido como “El Empalador”, fue príncipe de Valaquia entre 1456 y 1462. Es considerado uno de los gobernantes más importantes de la historia de Valaquia y héroe nacional de Rumania.
A pesar de las notorias similitudes entre Drácula y Vlade Tepes, las investigaciones apuntan a que ambas historias no se entrecruzan, aunque lo plasmado señale lo contrario.