Hello Kitty lleva años en la vanguardia de la moda y el entretenimiento, su éxito fue tal, que llegó a ser nombrada embajadora infantil de la ONU en 1994; lo que desprendería mucha polémica en su entorno, hasta llegar al cuestionamiento de qué había relamente detrás de ella.
Uno de los íconos más famosos de la cultura pop es Hello Kitty, y la distorsión en su origen nos remonta al año 1976, cuando la compañía japonesa Sanrio la lanzó al mercado, gracias al diseño de Yuko Shimizu.
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A partir de ese momento nadie sospechaba sobre algo extraño en su origen, sin embargo, unos años después—y con la ayuda de internet— se empezaron a divulgar tétricas historias que rosan con las leyendas, sobre que el nacimiento de esta figura se relaciona con un pacto con el diablo.
Empecemos con… ¿por qué esta gatita no tiene boca?
Se dice que Hello Kitty no tiene boca, porque la hija de la diseñadora, Yokoto Lui, padecía de cáncer terminal en la boca, y como una medida desesperada para no perderla, Shimizu decidió recurrir al ocultismo y hacer un pacto con el diablo.
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La condición era que debía crear un ídolo que fuera amado por el público, pero con la carga malévola de Lucifer; esto dio como resultado Hello Kitty.
¿Qué significa realmente su nombre?
Si diseccionamos las palabras, en efecto “Hello” es hola en inglés, y Kitty, aunque también es el diminutivo de gata en inglés, su traducción del chino significa “demonio”; es decir que esta figura es un saludo al demonio.
Esta historia surgió de las creepypastas (relatos cortos de terror que se comparten en internet), en donde existe una versión casi igual, solo con la excepción de que no era la hija de la diseñadora, sino de otra trabajadora de la empresa.
Otro aspecto importante a destacar, es que la empresa confirmó en 2014 que Hello Kitty no era una gata, sino una antropomorfización de un gato, por lo que tiene rasgos de este animal y también de humano.