Bien dicen que madre sólo hay una, y esta anciana es el vivo ejemplo.
Esta es la historia de Ada Keating, una mujer de 98 años, que decidió dejar todo por su hijo.
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Ada, con cuatro hijos, dedicó su juventud y sus fuerzas a cuidarlos hasta que cada uno de ellos decidió hacer su propia vida.
Considerada el pilar de la familia, la mujer supo apoyar a sus hijos, siempre cuando lo necesitaba, ahí estaba ella.
Uno de sus 4 hijos, el mayor, Tom es el más cercano a ella, pues pasó la mayor parte de su vida viviendo con su madre, hasta que se volvieron inseparables.
La vida en un asilo
Pero la vejez llegó, para ambos, sin embargo y a pesar de ser menor por 18 años, la vida ha hecho más estragos en Tom.
Por lo que ahora, necesita una vida asistida, por lo que se mudó a Moss View, en Liverpool, una casa de asilo para vivir su vejez sin problemas.
Debido a sus problemas de salud no quedó más remedio.
Sin embargo, Ada Keating no se separaría tan fácilmente de su hijo, por lo que decidió dejar todo para irse a vivir con él en el asilo.
¡Amor de madre!
El personal del asilo se conmovió con tan amorosa historia y decidió compartirla.
Pues el personal asegura que la pareja (madre e hijo) disfrutan jugando juegos de mesa y viendo juntos telenovelas.
Asimismo, es muy evidente la estrecha relación que existe entre ambos.
Además de que afirman que es muy conmovedor verlos pasar sus días juntos.
“Es muy raro ver a las madres y a sus hijos juntos en el mismo hogar de cuidado y ciertamente queremos hacer que su tiempo juntos sea lo más especial posible”, declaró Philip Daniels, director de la residencia.
Así esta madre, anciana de 98 años, cuida a su hijo de 80, cómo si fuera un niño.