¡Alerta de ternura! Después de perder a su esposa, este tierno abuelito decidió construir una alberca pública ¡en su jardín!
Ahora todos los niños del vecindario son ‘sus nietos’, en un pequeño pueblo de Minessota, Estados Unidos
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Vencer la soledad
Keith Davidson vivió una terrible depresión y soledad cuando su esposa Evy falleció en el 2016 a causa de cáncer.
Y es que el hombre de 94 años acabada de perder a su compañera de vida durante 66 años de casados.
Para contrarrestar esta soledad y el silencio que existía en su hogar, decidió poner manos a la obra y compartir un poco de su patio con el vecindario.
El propósito de esta construcción era que ‘quería oír’ de nuevo ruido en su casa.
Cuando la construcción estuvo lista, avisó e invitó a sus vecinos a nadar cuando quisieran.
Algunos pensaron que esto era una broma y sin más, fueron hasta a su casa para corroborar que esto era verdad y correr la voz.
La alberca de la felicidad
Esta construcción cuenta con 3 metros de profundidad, 10 metros de largo y un trampolín.
Este lugar se ha convertido en uno de los favoritos de los pequeños vecinos, y él mismo ha podido superar su depresión y soledad dandole una nueva vida a su hogar.
Nietos nuevos
A pesar de su avanzada edad, Davidson es padre de tres hijos, sin embargo, no tiene nietos propios.
Y es que su vecina, Jessica Hubner aseguró que ‘adoptó’ a todos los niños del vecindario.
Por otra parte, el ahora abuelo declaró que ya no se siente solo cuando mira las paredes.
Las reglas de la alberca pública son simples, ningún niño puede nadar en ella si no hay un adulto para supervisarlo.