Una mujer de 87 años de edad, originaria de Firenza, Italia, llamó a los servicios de emergencia porque tenía hambre, estaba sola y no tenía forma de prepararse la cena por los dolores que le aquejaban.
Su cuidador no había llegado a darle de comer y su hijo se encontraba fuera de su domicilio. Al estar postrada en cama por los malestares físicos que padece, la señora se desesperó, tomó el teléfono y llamó al servicio de emergencias.
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Ante ello, dos elementos de la Polizia di Stato arribaron a su hogar para prepararle una deliciosa cena.
"Mientras la desesperación crecía en ella, tuvo la idea de llamar a la policía. Un volante se dirigió a Coverciano donde vive la mujer y gracias a un vecino los policías lograron entrar a la casa para su gran alegría. A los dos agentes les fue bien en la cocina y prepararon un buen plato de ravioles”, dice la publicación del Instagram oficial de la policía.
Por la ternura de la historia, y el gran servicio de la policía, se ha hecho viral en todo el mundo, demostrando que los policías no son malas personas.