Desfiles cancelados, pospuestos o a puerta cerrada y firmas que estudian trasladar de China a otros países su producción, el coronavirus está poniendo en jaque a la industria de la moda a medida que el número de infectados aumenta y se expande.
Desde que hace más de un mes se declarase la cuarentena en la ciudad china de Wuhan, el número de muertos en el país chino ya es de 2.522 y el de infectados de 79.354.
Información Relacionada: Mecano, recordando la moda ochentera.
Y la preocupación en el resto del mundo se ha incrementado en las últimas semanas, no solo por su rápida expansión sino también por las consecuencias económicas que acarrea.
La industria de la moda es una de las afectadas por este nuevo virus que ya ha provocado que la Semana de la Moda de Shangai sea pospuesta a otra fecha, que aún está por determinar.
Además, Chanel tenía previsto un desfile en China a finales de mayo que ha sido anulado.
“Teniendo en cuenta la situación actual y siguiendo las recomendaciones de las autoridades chinas, Chanel ha decidido posponer su proyecto de una replica del desfile ‘París – 31 rue Cambon 2019/20 Métiers d’Art’ en Pekín en mayo hasta un momento más tardío y apropiado”, explicó la casa francesa en un comunicado.
Otra de las amenazas está en la producción que tienen las firmas en el país asiático. Primark estudia trasladar de China a otros lugares su producción si el brote provoca retrasos prolongados, ya que muchos de sus productos se fabrican allí.
No obstante, la compañía precisó en un comunicado que está “bien abastecida” para seguir operando durante varios meses” y no prevé un “impacto a corto plazo”.
La Asociación de Empresas de Confección y Moda de la Comunidad de Madrid (Asecom), la Federación Española de Empresas de la Confección (Fedecon) y la Confederación Moda España tampoco descartan trasladar parte de su producción textil a países como Turquía, Marruecos, Portugal o la propia España, debido a que se corre “el riesgo de que se genere un retraso en la producción”.
Otro de los países que preocupa a la OMS- junto a China, Corea del Sur e Irán- es Italia por la rápida propagación del virus.
La noticia de los primeros muertos en el país transalpino coincidió de pleno con la Semana de la Moda de Milán, por lo que la preocupación ante el aumento de infectados provocó que Giorgio Armani cancelase su desfile y lo retransmitiese a puerta cerrada sin invitados.
"El señor Armani ha decidido que quiere salvaguardar el bienestar de todos sus invitados al no hacer que asistan a espacios llenos de gente”, explicó la casa de moda en un comunicado.
La diseñadora italiana Laura Biagiotti también tomó las mismas medidas que Armani.
Incluso la modelo Bella Hadid compartió una imagen en sus redes sociales con una mascarilla en un vuelo procedente de Milán- donde ha desfilado la pasada semana- con dirección a la ciudad de París para la semana de la moda.
La ciudad de las luces es la última de las grandes capitales, tras Nueva York, Londres y Milán, en presentar sus propuestas de moda.
Y lo hace con la sonada ausencia de las firmas Masha Ma, Shiatzy Chen, Jarel Zhan, Calvin Luo, Maison Mai y Uma Wang, todas ellas con sede en China.
A ellos se suma que la mayoría de los compradores procedentes del gigante asiático, principal mercado para la industria del lujo, tampoco acudirán por las estrictas normas impuestas en el país y las limitaciones en el tráfico.
Por el momento, no hay ninguna baja más anunciada, aunque la sombra del coronavirus acecha sobre París por la alarma que se está generado en el norte de Italia.