En Rotterdam, Holanda el conductor del metro local perdió el control durante la última estación y terminó descarrilando a todo un vagón. Afortunadamente, la escultura de una cola de ballena del arquitecto Maarten Struijs impidió que cayera al agua y salvó la vida del conductor.
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El tren rompió las barreras de seguridad en una plataforma de diez metros de altura en la última estación De Akkers en Spijkenisse. Vecinos de la zona señalaron haber escuchado un fuerte ruido en la medianoche del domingo 1 de noviembre, hecho que llamó su atención y acudieron el lugar para presenciar el accidente. La noticia se viralizó rápidamente en redes sociales donde se explicaba que la escultura de la cola de ballena se interpuso en el camino del tren y pudo soportar el peso del vagón.
Artful death dodger. Police and fire crews surround scene trying to establish how to release the metro #spijkenisse pic.twitter.com/I36qpxIVK2
— anna holligan \ud83c\udf99 (@annaholligan) November 2, 2020
“Un equipo de expertos está investigando cómo podemos hacer que sea seguro bajarlo. Es complicado”, mencionó a DW el portavoz de la autoridad de seguridad local, Carly Gorter. Por su parte, Strujis, responsable de la escultura de cola de ballena declaró: “Me sorprende que sea tan fuerte. Si el plástico ha estado parado durante 20 años, no se espera que contenga un vagón de metro”.
Por el momento ingenieros y servicios de emergencia trabajan en la zona para retirar al vagón y afirman que es una maniobra complicada pues les preocupa la estabilidad de la escultura por los fuertes vientos que se presentan en la localidad. Por otra lado, las autoridades han detenido al conductor del tren y han iniciado una investigación para averiguar cómo el tren logró vencer a las barreras de seguridad.