Macarena Cobrujo, una joven de 25 años estaba disfrutando de la playa Can Pere Antino de la ciudad de Mallorca. Entre tanta calma, vio que un niño se ahogaba en el mar y no dudo en salvarlo.
Macarena, originaria de Rosario, Argentina y que ahora reside en España, se encontraba vacacionando de su trabajo de salvavidas, es por eso que cuando vio al niño ahogarse no tenía el material necesario para realizar esta maniobra.
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"Desde el momento en que me saqué los pantalones sabía dónde me metía, no tenía ningún elemento de flotabilidad. Era un nene hermoso, le grité que aguantara, que lo iba a sacar", comento la joven.
Además de su falta de material, el clima no ayudo a la salvavidas. Inclusive se había levantado una bandera roja en la playa que significa que las condiciones del mar eran muy peligrosas, sin embargo ella estaba decidida a rescatar al menor.
"El mar tiraba con mucha fuerza. Aunque puedo aguantar horas en el mar, sabía el riesgo al que me enfrentaba", le dijo al medio local Diario de Mallorca.
Ya que había llegado con el pequeño en el mar, en niño de 10 años cayó desmayado y, según Macarena, notó que era muy complicado nadar hasta la orilla así que se acerco a la boya más próxima y ahí trato de reanimarlo mientras esperaba apoyo.
Cuando el infante reaccionó abrazo a su heroína y le confeso "pensé que no iba a sacarme porque soy negro"
Mientras llegaban a costa, Macarena no hizo más que envolverlo en abrazos. Ya que había llegado a la costa, la policía local trasladó al niño a un hospital.
Nos activan por un niño en apuros en \ud83c\udfd6\ufe0f Can Pere Antoni. Avisa al 112 Macarena, socorrista de la playa, antes de adentrarse en el agitado mar. Ya había terminado su jornada, pero la vocación de servicio y el sentido del deber no conocen horarios. Final feliz. ¡Enhorabuena \ud83d\udc4f\ud83d\udc4f\ud83d\udc4f! pic.twitter.com/ZMcLtftsvh
— Policia de Palma (@policiadepalma) July 29, 2019
Después del rescate ella seguía conmovida por lo que el pequeño le había dicho, a lo que ella expreso a el medio local "Ahí me hizo pensar que ya de chico estaba condenado a saber a qué mundo de mierda iba a venir. Por eso el mensaje creo que es ese, empezar a pensar un poco más en el otro. A veces vemos a alguien sentado en la vereda y muerto de frío. ¿Por qué no alcanzarle un termo con agua caliente? Si entre todos nos cuidáramos un poco más, seríamos mucho mejores. Para mí una sonrisa, un "¿cómo estás?. Eso es lo que importa“.