“DJ Wika“, de 80 años, se pone pantalones amarillos, zapatos brillantes de plataforma, lápiz labial y auriculares rojos, y se dirige a un enorme club de Varsovia a mezclar música.
En lugar de cuidar a sus nietos, la DJ más vieja de Polonia, Wirginia Szmyt, empaca sus discos, su mezclador y su computadora portátil, y va a una pista de baile repleta de personas mayores.
“No me importa si a alguien le gusta o no que esté bailando o saltando detrás de la consola, porque no puedo tocar y quedarme quieta”, dijo Wika, levantando las manos para aplaudir con su público. “Cuando toco, siento la melodía, siento el ritmo”.
Consciente de la cualidad rejuvenecedora de la música para la mente y el cuerpo, Wika ha puesto música en fiestas para jubilados polacos durante dos décadas, ganando un amplio respeto.
Cada lunes por la noche pincha discos para unas 1.000 personas en el club Hula Kula, rompiendo estereotipos y empoderando a los adultos mayores mientras toca de todo, desde música disco y rock hasta samba y baladas.
“No encajo en el estereotipo de una persona mayor. No veo una razón por la que mi edad deba determinar mis normas de vida”, dijo Wika, quien previamente trabajó como maestra de educación especial.
“Solía trabajar con jóvenes y mantuve esta perspectiva juvenil y las expectativas juveniles (…), mi mensaje para los jóvenes es que tu vida no termina cuando tienen 70 años. Dirán: ‘Señorita Wika, ya tenemos 40 años, somos tan viejos. Y yo soy el doble de viejo que tú y (…) no soy vieja, de ninguna manera”, concluyó.