En la región de Ekatertumburgo, Rusia, los padres de David K, un niño de nueve años, fueron detenidos, juntos con miembros de la agrupación religiosa "Discípulos de Cristo", como presuntos culpables del asesinato del menor.
El fallecimiento ocurrió durante un exorcismo que pretendía "limpiar" al niño de los demonios que se encontraban en su interior, indica La Razón.
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En el proceso, David fue amordazado para que no se escucharan sus gritos, y su madre lo sujetó durante el ritual.
Luego de que el niño perdió la vida, los miembros del grupo religioso rezaron para regresarlo a la vida, sin embargo, al no tener éxito, lo enterraron cerca de un lago.
Debido a una tía de David, la policía descubrió el caso, por lo que el padre del menor fue detenido en Rusia, junto a la líder de una secta llamada Zemfiraq Gainullina, mientras que la madre fue detenida en Bielorusia.