Un matrimonio británico decidió extraer y congelar semen de su hijo fallecido con el propósito de tener un nieto a través de una gestación subrogada.
De acuerdo con los reportes, la pareja estaba destrozada tras conocer el trágico accidente de moto de su único hijo varón, de 26 años, por lo que decidieron, sin el permiso previo del hijo fallecido como establece la legislación británica, el matrimonio extrajo y congeló una muestra de semen, con la ayuda de un urólogo.
El semen fue enviado a Estados Unidos para iniciar con la una gestación subrogada.
El doctor David Smotrich, un experto en fertilidad, decidió ayudar a la pareja e incluso llevó a cabo una técnica de selección de género del bebé, práctica que en Reino Unido está estrictamente prohibida.
Después de dicho proceso, la pareja tuvo un nieto, que actualmente tiene tres años y vive desde su nacimiento con los abuelos.
“El matrimonio británico había perdido a su hijo en la más trágica de las circunstancias”, se justificó el médico. “Querían desesperadamente un heredero y un nieto y fue un privilegio ser capaz de ayudarles”. Smotrich fue el primer profesional que ayudó a fecundar in vitro un bebé a una pareja estadounidense del mismo sexo, en 1997. “Pero producir un niño a partir del semen de un muerto es extremadamente raro. Yo lo habré hecho unas cinco veces”, explicó al diario.
Los abuelos estuvieron presentes, al final del proceso, en el parto de su nieto, que tuvo lugar en 2015. Tras ser nombrados tutores legales del recién nacido regresaron a Reino Unido.
Se trata del primer caso conocido en este país en circunstancias tan extremas, por lo que se ha desatado la polémica.
Con información de El País