El hotel Sook Station abre sus puertas a clientes que quieran tener la experiencia de vivir en una cárcel.
El pequeño edificio de Bangkok cuenta con nueve habitaciones, diseñadas como celdas; además, el servicio incluye el toque de queda: las luces se apagan a la noche por una precio de entre 24 y 49 dólares.
También es posible rentar un traje a rayas, con un cobro extra (USD 21).
Al exterior, el hotel tiene rejas y alambre de púas. Una habitación estándar tiene ocho metros cuadrados, rejas y literas. Si se quiere vivir una experiencia aún más intensa, se puede alquilar una habitación con puertas y ventanas completamente oscurecidas, para recrear el confinamiento solitario. Otras siete habitaciones cuentan con un pequeño balcón para los clientes más claustrofóbicos.
El Sook Station no tiene hay baños privados ni duchas, se encuentran enrejadas en el techo del hotel, creado por los ex profesionales tecnológicos Sittichai Chaivoraprug y Piyanat Teekavanich.
Con información de Infobae