Dos videoblogueros británicos, Jay Swingler y Romell Henry, se enterraron por 24 horas en un ataúd improvisado y lo trasmitieron en vivo.
Los jóvenes cavaron una tumba en su patio trasero. Previamente, crearon los suministros de oxígeno, comida y bebida para aguantar 24 horas en el ataúd.
Además de grabar, también pudieron tuitear desde su entierro, describiendo la experiencia. “Mi nalga derecha empieza a acalambrarse”, escribió Rommel.
Miles de espectadores siguieron la transmisión en vivo por YouTube, muchos de ellos los criticaron por la peligrosidad del reto y la falta de respeto hacia las personas que han perdido a sus seres queridos.
El video casi tuvo 2 millones de reproducciones y 124 mil ‘me gusta’, aunque ya no está disponible en la web.
Con información de RT