Miles de ratas invadieron las aldeas de una isla del sudoeste de Birmania, un hecho interpretado por algunos como una señal precursora de una catástrofe, informó este martes un responsable local.
Desde el fin de semana, los habitantes de la isla de Haingyi, una de las principales del delta de Irrawaddy, han sufrido tal invasión de roedores que las autoridades, impotentes, han optado por ofrecerles 50 kyats (4 centavos estadounidenses) por cada uno que maten.
“Más de 4 mil ratas murieron desde que atacaron las aldeas”, declaró el diputado local Phyo Zaw Shwe. “Tradicionalmente se cree que estos animales presagian intemperies, por lo que la gente teme posibles inundaciones o terremotos”.
Varios estudios de científicos japoneses han demostrado que los ratones y las ratas son sensibles a las ondas electromagnéticas como las que se suelen observar antes de sismos de gran magnitud. En los últimos días no se ha registrado actividad sísmica importante en Birmania.
Fotos compartidas en las redes sociales muestran a habitantes recogiendo cadáveres de ratas para apilarlos. Algunos fueron enviados a laboratorio en busca en eventuales enfermedades sin que por el momento se conozca el resultado.
Los lugareños matan a las ratas “con palos, resorteras y piedras”, cuenta a la prensa local un habitante de la aldea de Than Cho Tan.