Dio inicio la tradicional caza de ballenas en el archipiélago de las Feroe, Dinamarca, conocida como el Grindadráp, donde las playas se tiñen de rojo por la sangre de los animales.
Cada año los habitantes de la isla se reúnen para cazar a las ballenas, quienes utilizan las lanchas para empujar a los mamíferos hacia la playa donde los matan utilizando lanzas y machetes.
Una vez que están muertos, distribuyen la carne y grasa entre los habitantes de la isla.
La tradición ha generado fuertes protestas de grupos defensores de los derechos de los animales, como PETA quienes han denunciado el sufrimiento causado a las ballenas durante la caza.
“Introducen ganchos metálicos por las fosas nasales de los mamíferos varados antes de cortarles la columna vertebral. Los animales sangran lentamente hasta morir”, escribió PETA.
¡ADVERTENCIA! Imágenes fuertes
Aunque la caza de ballenas está prohibida en la Unión Europea, Copenhague ha optado por proteger esta polémica tradición en esas remotas islas.
Con información de RT