Los alrededores del templo Uluwatu, en Indonesia, son habitado por macacos por lo que los turistas pueden perder las pertenencias que lleven.
Los animales han aprendido robar las pertenencias de los visitantes, lo interesante en este caso es que los robado lo usan para negociar con los humanos el pago de un recompensa en forma de alimentos.
Dicho caso fue investigado por un equipo de científicos de la Universidad de Lethbridge, en Canadá y la Universidad de Liege, en Bélgica, quienes afirmaron que el fenómeno “es definitivamente raro y no está extendido entre los macacos”.
Fany Brotcorne, una de la autoras del estudio, concluyeron que se trata de un comportamiento aprendido, transmitido culturalmente de una generación a otra y no de una habilidad innata.
De acuerdo al estudio, de los cuatro grupos de macacos estudiados por los investigadores, los dos que pasaban más tiempo entre los visitantes del templo registraron más situaciones de robo y negociación.
“La frecuencia y la prevalencia de este comportamiento aumentaba en función de la oportunidad de interactuar con humanos”, señala Brotcorne. Es decir, cuanto más tiempo pasaban cerca de los turistas, tienen más oportunidades de aprender sobre la naturaleza de los objetos y de cómo utilizarlos para obtener alimentos.
Los miembros más activos del grupo eran los machos de alrededor de 6 años, además de que aprenden individualmente, por ensayo y error u observando a sus compañeros en acción.
Cabe desatacar que a la hora de esperar una recompensa, los macacos exhibieron una gran paciencia, pero si no se les dan nada a cambio, abandonaban el objeto sustraído.
Este comportamiento es también una muestra de la flexibilidad e innovación de la que son capaces los macacos, al igual que muchos otros primates que habitan en zonas urbanas, sobre todo cuando se trata de conseguir comida.
Robar y canjear, añade la investigadora, podría ser una nueva tradición en el comportamiento de los primates transmitida mediante el aprendizaje social.
“Básicamente, aprenden a utilizar recursos vinculados a los humanos”, dice Brotcorne.
Con información de CNN