Unos 23 holandeses nacidos por fecundación in vitro reclamaron este viernes a la justicia una muestra de ADN del exdirector de un banco de esperma fallecido en abril, que podría ser su padre biológico.
Padres e hijos acusan a ese médico especialista de haber donado su propio esperma en lugar del elegido entre los donantes de la clínica.
Jan Karbaat, exdirector del centro situado cerca de Róterdam, habría afirmado ser el padre biológico de 60 niños nacidos por fecundación in vitro.
Los demandantes solicitaron este viernes una muestra de ADN de Kaarbaat para poder compararlo con el suyo.
“Es una cuestión de identidad, esto le ayuda a uno a formar su personalidad”, declaró el abogado de las familias, Tim de Bueters, ante el tribunal civil de Rotterdam. “Es un derecho fundamental saber de dónde venimos”.
El abogado recordó la historia de cada uno de esos niños probeta, como la de una mujer que tiene ojos oscuros a pesar de que su padre biológica los tenía supuestamente azules.
Lisette de Haan, la letrada de la esposa de Kaarbaat, aseguró por su parte que no existía ninguna prueba de que el difunto médico diera su propio esperma para fecundaciones in vitro.
El especialista prohibió en su testamento que se le extrajera ADN tras su muerte, añadió De Haan.
Pero las autoridades se incautaron, el 2 de mayo, de varios objetos en el domicilio de Karbaat a petición de la justicia.
Según Bueters, la extracción del ADN en uno de sus objetos personales, como su cepillo de dientes, es la opción privilegiada. Sin embargo, también podrían extraer la información genética de uno de sus hijos legítimos o incluso exhumar el cuerpo del médico.
El centro médico había cerrado en 2009 por irregularidades administrativas, después de que varias personas denunciaran la clínica, precisó.
Karbaat alteró supuestamente los datos, diagnósticos y descripciones de los donantes de esperma, y no respetó la norma que limita a seis el número de hijos por donante.
La juez Petra de Bruin dará su veredicto el próximo 2 de junio.