El órgano antimonopolio de México condicionó la fusión entre las farmacéuticas Sanofi y Boehringer Ingelheim en el tema de salud animal, al considerar que en los términos actuales puede poner en riesgo la competencia en el sector.
La concentración consiste en la adquisición por parte de Boehringer del negocio de salud animal que Sanofi opera en el país, en el marco de un movimiento internacional, indicó la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) en un comunicado.
En los términos presentados, la operación pondría en riesgo la competencia “en cinco mercados de vacunas para animales en México”, en los que Boehringer obtendría elevadas participaciones, señaló.
La salida de Sanofi supondría que Boehringer “perdería la presión competitiva que actualmente ayuda a disciplinar sus precios” y consolidaría su posición de mercado respecto a sus competidores, argumentó el pleno de la Cofece.
Ambos aspectos, agregó, podrían darle a la empresa la capacidad para imponer condiciones, como fijar precios o restringir el abasto, “sin que sus competidores pudieran contrarrestarla”.
La Cofece consideró que, para asegurar las condiciones de competencia en los cinco mercados, la operación solo podrá ser aceptada si las dos empresas se comprometen a la desinversión -venta a un tercero- de cuatro vacunas de Boehringer y una de Sanofi.
Además, antes de la desinversión se tendría que avisar a la institución del nombre del potencial comprador y proporcionar información suficiente para que se evalúe el impacto que esta operación tendría en las condiciones de competencia de los mercados.
Sanofi está dedicada a la investigación, desarrollo, fabricación y venta de productos para la salud, a través de tres vertientes: farmacéutica, vacunas humanas y salud animal.
Por otra parte, Boehringer participa en el desarrollo, fabricación, distribución y comercialización de productos farmacéuticos y de salud animal, recordó la Cofece.