Un fabricante de juguetes sexuales tendrá que indemnizar con alrededor de tres millones de dólares a sus clientes tras utilizar los productos para recopilar información sobre sus preferencias íntimas.
Un cliente presentó la demanda acusó a la compañía de no respetar “el derecho a la privacidad de los consumidores”.
Ante ello, una corte de Illinois, Estados Unidos, analizó el caso y determinó la sanción después de que la empresa Standard Innovation admitió que obtiene “información limitada” para “realizar diagnósticos” para mejorar sus productos, pero sin identificar a ninguna persona.
En una conferencia sobre seguridad informática que se celebró el pasado agosto, unos ‘hackers’ demostraron que podían piratear el manejo remoto de un modelo de consolador de esa empresa, que transmitía a través de los teléfonos inteligentes de los usuarios determinadas referencias, sin permiso y en tiempo real.
Con información de RT