El Gobierno de Delhi canceló hoy la licencia de un hospital privado de la capital india al responsabilizarle por negligencia tras declarar muerto a un recién nacido que estaba vivo y que posteriormente falleció en otro centro de salud.
“No podemos tolerar ninguna negligencia y lo que ha pasado es inaceptable (…) Por eso cancelamos la licencia del Hospital Max de Shalimar Bagh con efecto inmediato”, explicó en rueda de prensa el ministro de Salud del Gobierno delhí, Satyendar Jain.
Los hechos ocurrieron el pasado 30 de noviembre, cuando una mujer dio a luz prematuramente, tras tan solo cinco meses de embarazo, a una pareja de mellizos que fueron declarados muertos por los médicos del hospital y entregados a la familia en una bolsa de plástico.
Posteriormente, justo antes de ser enterrados, uno de los hermanos se movió y fue inmediatamente llevado a otro centro sanitario, donde falleció esta semana.
El Hospital Max despidió a los dos médicos encargados del parto y expresó que su conmoción y preocupación por el “extraño incidente”, según indicaron en un comunicado, pues “no es el único error” que han cometido y son “infractores habituales”, apuntó Jain.
Tras la prohibición de las autoridades de la capital, el centro no podrá admitir nuevos pacientes, aunque “los pacientes admitidos pueden continuar con su tratamiento allí” si lo desean, añadió el ministro de Sanidad.
Por su parte, el jefe de Gobierno de Delhi, Arvind Kejriwal, afirmó que no permitirá que ocurran sucesos similares.
“No deseamos interferir en el funcionamiento diario de los hospitales privados, sin embargo, el saqueo o las negligencias criminales de cualquier hospital no será tolerado. No dudaremos al tomar las medidas más duras en esos casos”, escribió hoy en Twitter.
Este no es el primer caso de negligencia médica en un hospital indio en los últimos meses.
El pasado agosto, las autoridades investigaron la muerte de más de 60 niños, varios de ellos bebés, por encefalitis en un hospital del estado de Uttar Pradesh.
Al mes siguiente, en la misma región, otro centro fue señalado por posible negligencia tras la muerte casi medio centenar de neonatos debido a la falta de oxígeno artificial.
En ambos casos se practicaron detenciones y hay causas judiciales abiertas.