Un niño resultó herido hoy en un colegio de Okinawa, Japón, al caer cerca de él una puerta desprendida de un helicóptero militar de Estados Unidos que volaba hacia una base cercana, en un nuevo incidente relacionado con la presencia de tropas estadounidenses.
El suceso tuvo lugar en una escuela pública de la localidad de Ginowan, adyacente a la base naval y aérea estadounidense de Futenma, que ocupa unas 480 hectáreas en el centro urbano de este municipio, casi un 25 por ciento de la superficie del pueblo.
Una puerta de aproximadamente un metro de longitud se desprendió de un helicóptero CH53 y cayó sobre el patio del colegio mientras el aparato sobrevolaba el lugar, impactando a apenas unos metros de donde medio centenar de niños asistía a una clase de educación física, dijeron fuentes del centro a la agencia local de noticias Kyodo.
Un alumno sufrió heridas leves al ser alcanzado por fragmentos proyectados por el impacto del objeto, según las mismas fuentes.
El ministro portavoz del Ejecutivo, Yoshihide Suga, señaló en rueda de prensa que este tipo de sucesos “no deben ocurrir, puesto que alimentan la preocupación entre trabajadores de los colegios y ciudadanos de la prefectura” sobre la presencia de tropas de Estados Unidos.
El incidente fue confirmado por el Ejército estadounidense, que lo calificó de “extremadamente serio”, pidió disculpas y señaló que está investigando los motivos del mismo en colaboración con las autoridades niponas, en un comunicado.
Este suceso se suma a una larga lista de casos de piezas desprendidas de aeronaves, accidentes de helicópteros o ruidos provocados por el paso frecuente de aviones en torno a esta polémica base estadounidense.
El descontento de la población local por la presencia de tropas de Estados Unidos también se ha visto alimentado por los crímenes que han cometido miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses en la región y trabajadores de sus bases, entre ellos varias violaciones y asesinatos.
Japón y Estados Unidos acordaron trasladar la base de Futenma a la bahía de Henoko, una zona menos habitada en la localidad de Nago, pero que la población y los políticos locales se niegan a acoger por su impacto ambiental.
La mayoría de la población de Okinawa -que alberga más del 70 % de las instalaciones militares de Estados Unidos en Japón y más de la mitad de los cerca de 48 mil efectivos estadounidenses en este país- ha solicitado que la base sea reubicada fuera de su territorio.