En medio del desierto de Karakum, en Turkmenistán, se puede ver desde kilómetros un pozo que arde en llamas, se le conoce como “la puerta del infierno” y lleva encendido desde hace más de 50 años.
Este pozo se generó luego de un accidente en 1971, durante una investigación para extraer de petróleo y gas. Después de varios días de trabajo comenzó a hacerse un hoyo en la tierra dejando enterrada la maquinaria y el equipo de trabajo. Resultó que era una cueva que tenia almacenado mucho gas.
Las fugas de gas empezaron a surgir del suelo y para evitar accidentes los geólogos decidieron prenderle fuego pensando que después de unos días acabaría con las llamas; pero no consideraron que duraría más de 50 años consumiendo el gas que está en el subsuelo.
Ahora este espectáculo deja a los habitantes de la ciudad y los turistas perplejos.