En una ciudad donde tantas veces lo urgente desplaza lo importante, los bomberos nos vuelven a recordar que el valor verdadero no necesita reflectores, solo vocación.
Este 28 de junio, el Heroico Cuerpo de Bomberos de la Ciudad de México subirá 2,536 escalones de University Tower -75 pisos, 17 de ellos en sótano-, la torre residencial más alta de Paseo de la Reforma, en una carrera que no solo pone a prueba el cuerpo, sino el alma.
Las y los bomberos han abierto la invitación a colegas de todo el país y el mundo, así como a civiles y cuerpos de seguridad, a sumarse a este desafío que se correrá en cuatro categorías: bomberos con equipo completo de protección personal, civiles equipados, civiles sin equipo y policías con equipo táctico.
Más que una competencia, es un acercamiento entre ciudadanía, instituciones y quienes enfrentan el fuego por todos nosotros.
University Tower, sede de esta sexta edición, no es un edificio cualquiera. Su diseño vertical, sus estándares de seguridad estructural y su visión de ciudad moderna la convierten en un símbolo de lo que aspiramos construir: una capital que crece con responsabilidad. Que esta torre reciba a quienes personifican la valentía cotidiana no solo es un gesto simbólico, es una elección con sentido.
En tiempos donde la ciudad necesita referentes de confianza, eventos como éste recuerdan que todavía hay instituciones que funcionan, profesiones que inspiran y edificios que no solo apuestan por la altura, sino por el fondo. La Carrera Vertical no es espectáculo: es señal de que, cuando se conecta la infraestructura con el propósito, el verdadero progreso encuentra suelo firme… y también techo alto.
Restando… La controversial gobernadora
Los escándalos de Layda Sansores son el pan de cada día. Desde que se desempeñaba como senadora, después como alcaldesa en Álvaro Obregón y ahora como gobernadora del estado de Campeche, las polémicas decisiones de la mandataria la han puesto en el ojo del huracán. Ha sido acusada de nepotismo, corrupción, censura y hasta de tener un tigre en oficinas públicas. Y es que lejos de dar de qué hablar por atinadas decisiones o por un buen gobierno, pareciera que a la mandataria estatal eso es lo que menos le interesa.
En 2018, derivado de un reportaje periodístico se reveló un gasto cercano a los 700 mil pesos por concepto de artículos de uso personal como bolsas, joyería, ropa, productos de higiene, entre otros, con cargo al Senado. Posteriormente, en 2020 se le acusó de tener un cachorro de tigre en las oficinas de la alcaldía Álvaro Obregón, lo cual fue desmentido por su equipo de prensa.
Luego de ser denunciada por operaciones con recursos de procedencia ilícita en 2021, vino otro escándalo en 2023 ya que su sucesora en la alcaldía la denunció ante la fiscalía local por supuestas irregularidades en el manejo de recursos por 120 millones de pesos. Ya como gobernadora, se le acusó de incluir en la nómina de su administración a varios familiares, particularmente sobrinos.
Pero la polémica más reciente gira en torno a ataques a la libertad de expresión, luego de que denunció al periodista Jorge González, quien fue vinculado a proceso supuestamente por incitar al odio y a la violencia, además de que se le ordenó pagar dos millones de pesos por daño moral en agravio de colaboradores de Layda Sansores y, por si fuera poco, se le ordenó no ejercer el periodismo pese a que el comunicador lleva ocho años jubilado.
El tema ya escaló al máximo nivel al grado que la presidenta Claudia Sheinbaum se pronunció abiertamente en contra de la censura y señaló que los gobernadores deben garantizar la libertad de expresión.
Sin duda, Layda Sansores es uno de tantos personajes que no le aportan nada a la 4T, y lejos de eso, sólo le perjudican al tener sobre las espaldas la imagen de una gobernante corrupta y autoritaria, algo que Morena ha criticado hasta el cansancio pero que pareciera que a un buen número de sus militantes poco les importa.
Dividiendo… TikTok: el lujo de la indecisión
TikTok se queda en Estados Unidos -por lo menos noventa días más-. La tercera prórroga otorgada por Donald Trump para la desinversión de la red social abre un nuevo capítulo en una presidencia por demás caprichosa, que tiene su muy particular forma de interpretar las leyes y cuando éstas no se ajustan a sus propósitos encontrar los recovecos para saltarlas.
TikTok se niega a morir en territorio norteamericano. Sobrevivió en 2020 a las amenazas de Trump para su prohibición aunque después -en otra de sus contradicciones-, modificó su postura. Consciente de su potencial, Joe Biden fue más receloso y promovió una profunda evaluación de riesgos en la que participaron distintas agencias federales.
El llamado Proyecto Texas buscó negociar una reestructuración operativa en la que TikTok USA almacenaría todos los datos en servidores de Oracle, bajo monitoreo estadounidense. Paralelamente, la empresa se comprometía a no compartir sus datos con el gobierno chino, permitiría inspecciones independientes norteamericanas y daría transparencia al algoritmo, sin embargo, el proyecto fracasó ante la desconfianza de los legisladores.
Tras un análisis profundo, el Congreso de los Estados Unidos determinó que TikTok tendría que cambiar de manos o enfrentarse a su prohibición en la Unión Americana. Las disposiciones legales exigen que ByteDance (la matriz china) realice una venta real y verificable de TikTok a una empresa o consorcio no controlado por una “entidad extranjera adversaria” de los Estados Unidos. En la práctica, Trump ha empleado un lenguaje ambiguo al referirse a una venta parcial, una reestructuración o un control compartido.
El argumento central para la orden de desinversión coloca a TikTok como un riesgo para la seguridad nacional, ya que concentra los datos de los usuarios estadounidenses y abre la posibilidad de que el gobierno de Pekín obligue a ByteDance a compartir los datos. Otra de las premisas versa sobre la utilización de la red social como canal de influencia política por parte de China y que el algoritmo favorezca contenidos que desinformen, desmovilicen o dividan al electorado estadounidense.
Ya hay varias ofertas de compra –o por lo menos de la división USA-. Entre los principales interesados se encuentra Oracle, de Larry Ellison; Amazon, de Jeff Bezos, y Microsoft, de Brad Smith. En los hechos, el mismo Mr. Beast, en asociación con Jesse Tinsley, CEO de Employer.com, presentó una oferta en efectivo.
TikTok no es un problema que Trump quiera resolver, es más bien una herramienta que prefiere mantener viva mientras le sea de utilidad, un lujo que hoy se puede conceder.