OPINIÓN MINA MAGALLÓN

Caos en 'América Primero'

Trump está desmantelando las instituciones y abrogando las leyes que limitan su autoridad para consolidar su dominio sobre Estados Unidos.

Muchos estadounidenses advirtieron que la posición de Estados Unidos como líder mundial disminuiría.
Muchos estadounidenses advirtieron que la posición de Estados Unidos como líder mundial disminuiría.Créditos: Grok
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A lo largo de la historia, han existido inumerables opiniones sobre los valores que representa Estados Unidos, como son la libertad, el individualismo, y gobierno limitado que han moldeado a la nación.  Sin embargo, la historia no siempre se basa en hechos reales, y es crucial discernir entre la historia auténtica y la ficción que la rodea.  A pesar de sus numerosos defectos, Estados Unidos es a menudo visto como una fuerza que impulsa a proteger a los oprimidos.  Su historia nos relata las duras batallas que enfrentaron las 13 colonias para alcanzar su independencia y el sinnúmero de esfuerzos realizados en defensa de la dignidad humana y la promoción de la democracia.

En décadas recientes, Estados Unidos ha estado al frente proveyendo ayuda a África para combatir el VIH/SIDA, financiando programas de prevención, tratamiento, atención y apoyo en 54 países africanos.  Esta ayuda humanitaria ha salvado aproximadamente 26 millones de vidas y ha logrado avances significativos en la lucha contra este virus.  Asimismo, el expresidente Biden encabezo a los líderes de América Latina para la adopción de un “Plan de Acción sobre Salud y Resiliencia en las Américas”. Este programa ayudó a prevenir, prepararse a responder a futuras amenazas como el COVID y el virus de la influenza aviar (H5N1), entre otras emergencias de salud pública, al tiempo que amplió la prestación equitativa de servicios de atención sanitaria y de salud pública a poblaciones remotas, vulnerables y marginadas.

Cuando el presidente Donald Trump anunció las selecciones de su gabinete para su segundo mandato, muchos estadounidenses advirtieron que la posición de Estados Unidos como líder mundial disminuiría debido a las nuevas políticas de su administración hacia Ucrania, Canadá, México y Europa.  Ahora, muchos norteamericanos consideran que el haber votado a favor de Trump fue un grave error.  Trump considera que los fuertes hacen lo que pueden y los débiles sufren lo que deben.  Esta es la lógica del poder que se aplican a diario alrededor del mundo por regímenes autocráticos.  La administración Trump parece no aceptar ninguna limitación y busca crear un mundo donde las personas prosperan, pero solo si apoyan las políticas de Trump.  Para consolidar su dominio sobre Estados Unidos, Trump está desmantelando las instituciones y abrogando las leyes que limitan su autoridad.

Trump entiende que el estado de derecho garantiza los principios de primacía de la ley, igualdad ante la ley, separación de poderes y transparencia procesal.  Todos estos conceptos están siendo embestidos por Trump.  De esta manera, Trump actúa como un hombre que tiene el poder absoluto, moviendo piezas para crear una dictadura perfecta.  Esto explica los ataques y sanciones contra los despachos de abogados que se atreven a desafiar las políticas de su administración.  Si la verdad misma limita al poder, la administración de Trump parece haber decidido abandonarla.  Trump, Putin y otros líderes autoritarios del mundo están en marcha, ellos están formando un eje de autocracia ante nuestros propios ojos.  El trumpismo es el monstruo que devora todo a su paso. Aunque Trump hizo su campaña como populista (MAGA), aprovechando el resentimiento de la clase trabajadora para ganar el poder, gobierna como un elitista desde su mansión dorada en Palm Beach, al parecer sin preocuparle la clase trabajadora.

Existe un paralelismo histórico entre el presidente Trump y el séptimo presidente de Estados Unidos, Andrew Jackson (1829-1837), quien fue conocido por sus oponentes como “Rey Andrés”, debido a la expansión sin restricciones del poder ejecutivo durante su administración. (Trump tiene una pintura de Andrew Jackson en su oficina en la Casa Blanca).  En respuesta a un fallo del entonces presidente de la Suprema Corte, John Marshall, quien reconoció a la nación cherokee como un pueblo independiente y dueño de sus tierras ancestrales, Jackson declaró que, si la Suprema Corte dictaminaba de esa manera, entonces le correspondía a la Suprema Corte hacer cumplir su resolución.  A pesar del fallo de la Suprema Corte, Jackson ordenó el desplazamiento forzado de miles de indios cherokee utilizando la fuerza militar, lo que resultó en su reubicación desde sus tierras ancestrales en varios estados del sureste hacia una reserva en el Territorio Indio (actualmente Oklahoma).  Esta tragedia, conocida como el Sendero de Lágrimas, causó la muerte innecesaria de miles de cherokees debido al hambre, el frío y las enfermedades.

Jackson cometió otros errores como populista, a menudo impulsados por su hostilidad personal hacia las élites y a sus oponentes políticos. Entre sus errores estuvo su veto a la legislación para reconstituir el Segundo Banco de los Estados Unidos, uno de los primeros precursores del sistema de la Reserva Federal.  Este veto se basó en su creencia de que la legislación era contraria a los ideales republicanos, lo que desencadenó una feroz depresión económica durante la administración de su sucesor, Martin Van Buren (1837-1841).  Mark Twain dijo que  “la historia no se repite, pero a menudo rima”.  Cuando una administración presidencial depende de los caprichos de un hombre y quienes lo rodean han abdicado sus responsabilidades, ya sea por miedo o por el deseo de adular, el resultado solo puede traer disturbios políticos y la pérdida de oportunidades para que la nación pueda alcanzar el bienestar económico, social y cultural que todos sus ciudadanos buscan.

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