REGLA DE 3 POR EL CONSULTOR

Sumando… Apuesta por invertir en México

La cadena de supermercados anunció que durante este año invertirá seis mil millones de dólares en nuestro país con la apertura de más tiendas lo que generará aproximadamente cinco mil 500 empleos directos.

En las últimas semanas se consolidaron varias inversiones en México.
En las últimas semanas se consolidaron varias inversiones en México.Créditos: Canva
Escrito en OPINIÓN el

Pese a la incertidumbre y el nerviosismo financiero provocados por las intempestivas decisiones del presidente estadounidense Donald Trump, empresas multinacionales como Walmart le apuestan a la inversión en México.

La cadena de supermercados anunció que durante este año invertirá seis mil millones de dólares en nuestro país con la apertura de más tiendas lo que generará aproximadamente cinco mil 500 empleos directos.

Dichas vacantes se suman a las cerca de 200 mil posiciones laborales permanentes que ofrece actualmente la empresa norteamericana, que en sus anaqueles ofrece cerca del 83 por ciento de productos hechos en México.

Esta inversión se suma a otras como las de Santander, Netflix, Home Depot, Sempra o Mercado Libre, que en semanas recientes han anunciado apuestas millonarias para negocios en la República Mexicana.

Sin duda, dichas inversiones caen como una bocanada de aire fresco ante las amenazas que representan los aranceles anunciados por el mandatario de la unión americana, que ponen en riesgo de una recesión a la economía mexicana.

Donald Trump, presidente de EU. Crédito: EFE

Multiplicando… ingenieros con responsabilidad social

El que ha estado muy activo es el Colegio de Ingenieros Civiles de México (CICM), que preside Mauricio Jessurun Solomou, con reuniones con funcionarios federales y capitalinos, así como legisladores integrantes de varias comisiones de la Cámara de Diputados; además de estrechar las relaciones con otras asociaciones, gremios e instancias académicas.

A fines del año pasado, el Colegio anunció la creación del Consejo de Políticas de Infraestructura, un órgano interno del CICM que cuenta con la participación de otras instituciones, organizaciones y asociaciones, con la finalidad de asesorar a los gobiernos federal, de la Ciudad de México, y al Poder Legislativo en la formulación de políticas y la instrumentación de estrategias de infraestructura con una visión multidisciplinaria.

Próximo a cumplir 80 años en 2026, el Colegio de Ingenieros Civiles de México, a través de sus 13 comités técnicos, consolidó el documento “Importancia de la Infraestructura en el desarrollo social y económico de México”, mismo que han entregado a las autoridades, y que sirvió de base en la participación del Colegio en los foros y consultas para contribuir al Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030. Cabe señalar que la asociación mantiene una estrecha relación con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), cuyo titular, Jesús Antonio Esteva, se reunió hace unos días con los integrantes del Colegio, a quienes presentó el Programa Nacional de Infraestructura.

Por si no fuera suficiente, del 11 al 13 de noviembre de este año, las instalaciones del Colegio ubicadas en Camino Santa Teresa, en Tlalpan, serán sede de uno de los eventos más importantes de la profesión en México y América Latina. Se trata del 33º Congreso Nacional de Ingeniería Civil “Ingeniería de vanguardia con responsabilidad social”, con Inglaterra como país invitado, con la organización a cargo de Jesús Campos López, vicepresidente técnico del Colegio, para lo cual ya se iniciaron las reuniones regionales que dan forma al encuentro.

No hay que perder de vista las propuestas e ideas que se comparten en una de las asociaciones de profesionistas más importantes del país.

Donald Trump, presidente de EU. Crédito: Reuters

Restando… Groenlandia, un nuevo botín en la mira de Trump

Aunque el estallido de un conflicto bélico de alcance mundial se muestra lejano, las principales potencias parecen estarse mostrando proclives al desarrollo de una carrera armamentista que podría llevarnos, querámoslo o no, a una nueva era de incertidumbre muy similar a la vivida durante los años de la guerra fría.

La ambición rusa de expandirse, sin ningún respeto a las normas internacionales, a territorios antes parte de la Unión Soviética, así como el rearme europeo en auxilio de Ucrania, no son asuntos menores como tampoco lo es el llamado de la Unión Europea a sus ciudadanos miembros para tener a la mano un kit de de suministros esenciales suficiente para garantizar la supervivencia durante 72 horas, para utilizarse no sólo en casos de desastres naturales sino también ante una posible conflagración.

La llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos ha enrarecido aún más el ambiente no sólo por el maniqueísmo empleado en su mediación en el conflicto ucraniano, o sus pronunciamientos a favor de expulsar a los ciudadanos gazatíes para convertir a la Franja de Gaza en un resort; igualmente resultan preocupantes sus afirmaciones de que Canadá tendría que convertirse en el estado 51 de la Unión Americana, un dudoso honor que en décadas no ha logrado alcanzar ni Puerto Rico.

Groenlandia está hoy en el foco de atención y no es algo nuevo; ésta, que es la isla más grande del mundo, con un territorio apenas más grande que el que ocupa la República Mexicana, ya había sido visualizada, por Donald Trump durante su primer mandato, como una región estratégica geopoliticamente hablando y había expuesto su determinación para adquirirla. Desde entonces Dinamarca, quien administra este territorio autónomo, ha manifestado su oposición provocando el descontento del magnate quien al parecer estaría dispuesto a ir más allá para hacerse de su  control.

El pasado fin de semana, sin mediar invitación, el vicepresidente de Estados Unidos JD Vance, acompañado de su esposa (aunque formalmente fue al revés), arribó a la isla. Lo que amenazaba en convertirse en un conflicto diplomático terminó por resolverse de una manera cosmética. Vance llegó a la base espacial de Pituffik, una instalación militar estadounidense ubicada a mil 200 kilómetros del polo norte, establecida durante la guerra fría y concebida para detectar tempranamente un ataque misilístico desde la antigua Unión Soviética.

Con este acto hostil en muchos sentidos, la administración Trump inició una ofensiva silenciosa bajo el falaz argumento de la seguridad, porque lo cierto es que Groenlandia es una región rica en recursos naturales muy codiciados en estos momentos: minerales como el oro y las llamadas tierras raras, petróleo y gas natural en abundancia. El deshielo en el Ártico, a  partir del calentamiento global, ha dejado al descubierto estos tesoros facilitando su acceso, Trump tiene muy claro esto y está dispuesto a hacer lo necesario para quedarse con este territorio. Que nos nos sorprenda atestiguar una invasión antes de que termine su mandato.