¿Los cuentos de hadas son para niños? Depende de las versiones que utilicemos. En muchos de ellos hay dolor, crueldad y no siempre un final feliz.
Pensemos, por ejemplo, en el cuento de Blancanieves. La famosa princesita catapultada a la fama por la industria del ratón, en realidad, tiene una historia muy poco family-friendly. Los elementos iniciales son los mismos: la madrastra de una princesa le pregunta a un espejo mágico quién es la mujer más bella, y el espejo le responde: “Blancanieves”. Entonces, llena de celos, la reina manda a un cazador a matar a su hijastra, pero este último se apiada de la joven y la deja escapar.
Blancanieves empieza a vagar por el bosque hasta que da con una cabaña habitada por siete enanos. Aquí todos son gruñones y aceptan alojarla con la condición de que les haga las labores domésticas. Pasan años hasta que la reina vuelve a preguntarle al espejo quién es la más bella. Ahí descubre que Blancanieves sigue viva y decide intentarlo de nuevo.
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Hasta aquí, más o menos, conocemos la historia.
Ahora vienen los detalles menos conocidos. En su primer intento, la reina se disfraza de vendedor y le regala a Blancanieves un corpiño de encaje. Cuando la ayuda a ponérselo, la malvada reina lo ajusta tanto que intenta asfixiarla. Por suerte, los enanos llegan a tiempo y la salvan. En la segunda ocasión, también disfrazada de comerciante, le ofrece un peine envenenado, pero los enanos vuelven a salvarla. Finalmente, la reina se disfraza de la esposa de un granjero y le da la famosa manzana envenenada. (Ya se ve que Blancanieves no era especialmente astuta).
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En la historia original sí hay un príncipe, pero no despierta a la princesa con un beso. En realidad, pide que le lleven el cuerpo a su castillo y, durante el traslado, la princesa dormida cae y, por accidente, el pedazo de manzana sale expulsado de su boca. Blancanieves despierta y, cosas de la vida, se casa con el príncipe. Como quien dice, si los siete enanos hubiesen conocido la maniobra de Heimlich, Blancanieves nunca habría sido "encantada".
¿Y adivinen qué? La reina malvada vuelve a enterarse de que Blancanieves sigue con vida e intenta asesinarla por quinta vez. Lo que no esperaba es que, en esta ocasión, el esposo de Blancanieves la atrape y la obligue a bailar con unas zapatillas de hierro al rojo vivo hasta morir. Y entonces sí: Blancanieves y el príncipe vivieron felices para siempre.
Esta historia fue recopilada por los hermanos Grimm, filólogos alemanes quienes se dedicaron a rescatar mitos y cuentos folclóricos. Por su contenido violento, llegó a ser censurada en Estados Unidos. Tiempo después, Walt Disney se encargó de endulzarla y convertirla en un éxito comercial.
¿Te hubiera gustado que de niño te contaran las versiones originales?
Sapere aude! ¡Atrévete a saber!
Héctor Zagal, profesor de la Universidad Panamericana, y Óscar Sakaguchi, coautores de este artículo, conducen el programa de radio El Banquete del Dr. Zagal en MVS 102.5.