En las grandes ciudades como la nuestra, uno de sus retos es la cobertura universal de la vivienda social; la desigualdad, la inequidad, el alto costo y los rezagos habitacionales convierte un serio y complejo problema sobre el cumplimiento de un derecho fundamental de todo individuo: la vivienda digna y decorosa como lo estipula nuestra constitución y la Carta de Derecho Humanos de ONU-Hábitat.
El pasado 7 de febrero se celebró el Día Nacional de la Vivienda que desde su declaratoria en 2019 se ratificó uno de los derechos que contine nuestra Carta Magda en su artículo 4 sobre el derecho de toda familia a una vivienda digna y decorosa.
En ese sentido la deuda del Estado al acceso habitacional es uno de los grandes rezagos sociales que enfrentan las naciones en la actualidad y México no está exento de esta desigualdad e inequidad.
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En este mismo espacio, hemos dedicado varias líneas a hablar sobre el tema, subrayando el enorme reto que enfrenta la ciudad de México por resolver el problema de rezago e inequidad para el acceso a una vivienda digna y decorosa dentro de la metrópolis como lo indican las políticas públicas y la Constitución de 2018.
Según datos de la Encuesta Nacional de Vivienda 2020 que realizó en INEGI en México existen cerca de 35 millones de viviendas particulares habitadas y en promedio en cada una de ellas la habitan 3.6 personas. De las cuales cerca de 9 millones de estas viviendas presentan rezagos como son problemas de hacinamiento, no tener servicios básicos (luz eléctrica, agua potable o suelo firme); afectando a cerca de 33 millones de personas en todo el país.
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A pesar de los programas de vivienda social que el gobierno ha lanzado y realizado en la última década, contar con un hogar digno sigue siendo un reto y rezago que enfrenta nuestro país, ya que según las estimaciones se requieren por lo menos 8 millones de nuevas viviendas para atender el margen mínimo del problema de un techo que demandan familias en todo el territorio nacional. Y en ese sentido, las recientes reformas a la ley del Infonavit presuponen atender esta situación con una política de vivienda social cuya meta es atender a la población juvenil para la renta y/o adquisición de su primera vivienda en zonas urbanizadas.
Se han presentado proyectos, planes y estrategias para comenzar la construcción de vivienda social en barrios como La Doctores, y en la presente administración de la ciudad de México que encabeza Clara Brugada ha comprometido su palabra en que es prioridad de su gestión contar con vivienda e impulsar su desarrollo con una perspectiva social, de equidad, movilidad, urbanización y con visión decorosa y digna.
No basta con construir vivienda, las experiencias pasadas de administraciones y políticas públicas, desde los año 50 hasta la actualidad ha sido por espacio de 7 décadas, decisiones inoperantes para el crecimiento social, ya que la vivienda edificada ha sido en zonas sin urbanización, ni sistemas de movilidad, en ocasiones con materiales ínfimos y ni siquiera la cobertura mínima de una vivienda digna, con altos costos de adquisición, por lo que terminaron en el abandono y siendo objeto de motines y bono de cambio político.
En ese sentido, el reto ahora es mayor, ya no deben repetirse esas prácticas de inequidad, de corrupción e inoperables de vivienda por parte del Estado, así como erradicar con las mafias y los llamados cárteles inmobiliarios que han dañado considerablemente el objetivo de una política pública y social de vivienda digna.
Abramos la discusión: @salmazan71