Muy oportuno resultó que la Fiscalía General de la República aclarara la situación que prevalece con la investigación relacionada con María Amparo Casar, presidenta de la organización civil Mexicanos Unidos contra la Corrupción.
Resulta que hace unos días, trascendió que la FGR había judicializado la indagatoria, que en español para quienes no manejen el término, significa llevar el caso ante una autoridad judicial, en este caso un juez de control.
Como ocurre muy frecuentemente en México, las redes sociales se inundaron de comentarios negativos en contra de la Fiscalía General de la República, sin verificar que la información fuera correcta, por lo que era necesaria una postura oficial.
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Fue entonces cuando la institución de procuración de justicia precisó que, en efecto, existía una investigación, la cual fue judicializada desde el mes de septiembre, es decir, cuando Alejandro Gertz Manero aún era titular de la FGR y no recientemente como algunos personajes públicos aseguraron.
De acuerdo con la información publicada por la institución a cargo de Ernestina Godoy, el ministerio público federal analiza detalladamente si la carpeta de investigación fue integrada conforme a derecho, ya que existían versiones de que pudiera tratarse de una venganza de la 4T, lo que quedó descartado.
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Dicen quienes conocen de la investigación que el asunto no prosperaría por diversas razones, por lo que, en caso de confirmarse, la determinación de la FGR para verificar la indagatoria antes de buscar continuar con ella, habría resultado muy pertinente. María Amparo Casar debe quedarse tranquila de que no pasará a mayores el asunto.
Dividiendo… Honduras: la noche más larga de todas
Pasan las horas y las cosas empiezan a oler mal en el proceso electoral hondureño. La incertidumbre –la peor consejera– empieza a inundar las calles, sembrando la duda acerca de si algo se oculta tras una demora que se extiende por más de 15 días.
El riesgo de protestas y revueltas es real. El país arrastra una larga data de estallidos sociales vinculados a procesos electorales; la falta de resultados claros suele ser el detonante, convirtiendo la política en un juego peligroso en el que todos pierden.
Con más de 99% de las actas escrutadas, el conteo preliminar muestra una contienda cerradísima entre los dos principales candidatos: Nasry “Tito” Asfura, del Partido Nacional, con aproximadamente 1,298,835 votos, y Salvador Nasralla, del Partido Liberal, con 1,256,428. Muy detrás aparece la candidata oficialista, Rixi Moncada, de LIBRE, con cerca de 618,448 boletas. El margen entre ambos punteros es de apenas 42 mil votos, lo que convierte cualquier inconsistencia, omisión o acta mal procesada en un factor crítico.
El Consejo Nacional Electoral (CNE), la institución responsable de dar legitimidad al proceso, enfrenta serios señalamientos por deficiencias operativas que ya no pueden atribuirse únicamente a lo disputado de la votación. Los extensos retrasos, la opacidad a la hora de comunicar y la ausencia de datos definitivos alimentan las sospechas y erosionan la credibilidad de una democracia que desde hace años se desplaza sobre arenas movedizas.
Por si fuera poco, factores externos alimentan la presión y, entre estos, un actor desestabilizador ha sido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien intervino directamente en la elección al pedir públicamente el voto para Nasry Asfura, describiéndolo como el único candidato capaz de defender los valores que su administración considera fundamentales. Y fue más allá; en sus redes sociales atacó a Rixi Moncada y Salvador Nasralla, vinculándolos con el “comunismo” y con agendas contrarias a Washington.
El respaldo de Trump no solo generó incomodidad diplomática; reconfiguró la narrativa interna: sectores conservadores vieron en la bendición de la Casa Blanca un aval político; otros denunciaron una injerencia intolerable en un proceso que ya de por sí es frágil.
La constitución de Honduras no prevé una segunda vuelta, por lo que quien obtenga el mínimo de 50%+1 de los votos será declarado vencedor. En ese marasmo las preguntas son inevitables: ¿Se podría anular la elección? ¿Cuántas actas con inconsistencias siguen sin revisar?
Mientras el tiempo pasa y las justificaciones se agotan. Hoy el problema no es solo quién va a ganar sino cómo va a ganar, una verdad incómoda con la que habrá de gobernar quien al final sea declarado vencedor.
Multiplicando… Corredor Reforma, la apuesta del 2026
Reforma es el corredor más valioso, resiliente y rentable para invertir en vivienda en la Ciudad de México, de acuerdo a Justino Moreno, Head of Accumin Intelligence México, y Enrique Téllez, Co-director de desarrolladora del parque, durante el webinar “Del 2025 al 2026: Análisis, tendencias y el nuevo rumbo inmobiliario”, organizado por University Tower.
El 99% de la oferta habitacional de la CDMX es vertical, un reflejo del proceso natural de densificación y de la búsqueda de cercanía a los polos de trabajo. La zona Centro de la Ciudad de México concentra el 21.7% de los desarrollos verticales con 1,656 unidades vendidas. Sin embargo, su potencial varía según los corredores, destacando por su dinamismo, valor por metro cuadrado y sus niveles de plusvalía Reforma, Roma y Condesa.
Los expertos inmobiliarios revelaron que Paseo de la Reforma, la avenida más importante de México y de las tres más relevantes de Norteamérica, tiene características únicas a nivel nacional: un valor del metro cuadrado de $124,422 pesos, el más alto de la Ciudad; superficie promedio de 56 m²; torres de más de 24 niveles, 59 desarrollos activos, un inventario disponible de 1,791 unidades y 228 unidades vendidas en el último trimestre; una plusvalía anual de 8.9%, alcanzando picos históricos de 11%.
En vísperas del Mundial de Fútbol de 2026, con una oferta hotelera insuficiente, se abre una oportunidad inmejorable para modelos residenciales aptos para estancias cortas. Los especialistas estiman que los corredores premium mantendrán crecimientos entre 7% y 10%, especialmente Reforma.
Es por ello que invertir en el Corredor Reforma no solo es seguro, sino estratégico, pues combina localización privilegiada, demanda sostenida, escasez de oferta nueva, valores crecientes por metro cuadrado, proyectos de gran altura y alta densidad, y plusvalía de casi 9% anual. Se tata de la apuesta inmobiliaria más sólida rumbo a 2026.