Como reza el meme: “¿objeto o pastel?”; así es como los usuarios de redes sociales e internet hemos tenido que lidiar en los últimos meses para descifrar si el contenido que vemos, es real o inteligencia artificial.
Algunos contenidos van desde un canguro “de asistencia” esperando que su dueño resuelva el problema de que no lo quieren dejar subir a un avión, hasta videos de perritos salvando a sus dueños de ataques de animales salvajes como osos o hasta leones.
Obviamente hay algunas cosas más lógicas que otras y si todo quedara en eso, en un meme, no habría preocupación; simplemente sería decepcionante que pensando en lo que la inteligencia artificial podría hacer para facilitarnos la vida, decidimos usarla para hacer memes.
Pero más decepcionante aún, el uso que en México se le ha dado en más de una ocasión.
La Fiscalía Estatal de Zacatecas investiga el delito contra la intimidad sexual; al menos 400 alumnas de la Escuela Secundaria Técnica Número 1, han sido víctimas de que sus fotos hayan sido convertidas en material pornográfico con ayuda de la IA.
Según la investigación, un joven de 14 años habría sido identificado como el presunto autor intelectual.
Este joven, señalan, creó un catálogo de imágenes alteradas en las que las mujeres aparecen desnudas o en posiciones sexuales.
¿Cómo obtuvo este tipo de material? El joven de 14 años las esperó afuera del baño para que, al pasar, solo les tomara fotografías en donde se percibiera su rostro; después, con la IA, modificó las imágenes.
Lo peor es que este no es el primer caso: en 2023, un estudiante del Politécnico Nacional fue acusado de haber tomado fotografías de sus compañeras desde las redes sociales, para alterarlas con inteligencia artificial y luego venderlas como contenido explícito en internet.
Acá por supuesto que la responsabilidad recae en primera instancia en los padres de los menores, en la atención que se les da como para que puedan hacer y deshacer contenido explícito en una tablet, celular o computadora.
Pero también este tipo de casos ponen en jaque a las autoridades si no saben cómo perseguir el delito.
En el caso del estudiante del IPN, en primera instancia fue absuelto porque el juez señaló que no había elementos suficientes para demostrar su culpabilidad en el delito contra la intimidad sexual; sin embargo, el joven después fue sentenciado por el delito de trata de personas en la modalidad de almacenamiento de pornografía infantil.
Sí, urge legislar; pero también urge atender el enfoque que los jóvenes puedan darle al uso de la tecnología. Usarla para cosas prácticas en lugar de para extender el catálogo delincuencial.
Porque, hasta ahora, México le está ganando a la inteligencia artificial, pero lastimosamente para mal.
