El pop es un imán que mueve el cuerpo al compás de una tonada pegajosa. Es una habilidad única encontrar las melodías correctas que conecten con el otro, sin importar el tiempo, el tema o la historia que hay bajo ellas. Sigrid sabe que la tiene y la explota; usa su voz para elevar tonadas sobre hastío y amor, con el brillo de un día de verano,
La noruega Sigrid regresa con su tercer álbum de estudio, “There’s Always More That I Could Say”, en el que a través de 10 canciones narra sus sentimientos y experiencias de los últimos años, de rompimientos y amor fugaz, con un toque de alegría y diversión.
En “Do It Again”, Sigrid explica con experiencia lo que significa “infatuación”: un amor obsesivo e irracional por algo o alguien, que te reduce a retazos y suspiros. Un dolor tan fuerte y, en la mayoría de los casos, fugaz, como una llamarada de corazón seco. Cenizas en las que crece un nuevo amor; tierra fértil de recuerdos de fallos, pero que volverías a hacer, solo por sentir tanto de nuevo.
Sigrid compara un corazón herido con la base militar estadounidense de “Fort Knox”; un tesoro tan valioso que debe protegerse bajo ataque a discreción de un enemigo que creía conocido. Convierte su voz en máquina y la música en alarma para repeler miradas espías y palabras engañosas. Combate la ilusión de amor con mentiras, que al final hieren su corazón. Su voz de sentimientos reales se contrapone con la digital, en una beatalla de bombardeo incesante. Al final, llega el acuerdo de paz, con cuerdas de tranquilidad.
Para este álbum, Sigrid decidió alejarse del proceso exigente de la industria que muchas veces obliga a los artistas a componer bajo presión. Fue en la espontaneidad de la vida diaria donde capturó las letras que hacían bailar su cuerpo. Por ejemplo, en “Jellyfish”, habla de sus amigos, los que encontró y la acompañaron en este periodo de reflexión. Decidió no ponerse tan seria, pues, a más de 10 años en la industria, sabe que no necesita probar nada a nadie; solo debe cantar lo que la eleve en el aire, como una medusa flota en el agua. Amigos que nadan junto a ti por el aire, cuando por fin te alejas del abismo.
“Two Years”, dos años fue el tiempo que tomó para huir, vivir y encontrar las melodías correctas de su música y corazón. Halló en las relaciones, fallidas, fugaces, reales y duraderas, el latido que convierte los sentimientos en canciones pop genuinas: las que juegan con todas las caras del amor y bailan con todas ellas por igual.
