Acérquense y escuchen la historia de Chappell Roan, una princesa atrapada en los parajes sobrios y aburridos de Missouri, Estados Unidos. Hasta que un día decidió ir a buscar su sueño de brillar en los grandes escenarios del mundo, sin miedo a los desafíos y desgracias del camino. Una odisea llena de ilusión y lágrimas; una tragedia iluminada con beats pop, sexo neón, sororidad erótica-romántica, nostalgia alcohólica y alegría amarga.
Nacida bajo el nombre de Kayleigh Rose Amstutz, Chappell Roan debutó hace un año con su álbum “The Rise and Fall of a Midwest Princess”, cuyas 14 canciones se han ganado un gran séquito de fans y lo han llevado a los primeros lugares de popularidad, meses después de su lanzamiento. Lenta pero constante, Chappell ha trabajado duro por más de siete años para alcanzar este reconocimiento viral y global.
En 2020 lanzó “Pink Pony Club”, un single casi autobiográfico (salvo por algunos cambios de nombres y lugares) en el que narra su escape a California. Nacida bajo el seno de una familia conservadora y cristiana, Chappell quería huir de Missouri para encontrar su verdadero ser. Disfrazada como la historia de una bailarina go-go, Chappell mezcla los sintetizadores nostálgicos, como si fueran los lamentos lejanos de su madre, con la alegría de seguir bailando, mientras abraza su verdadera identidad queer.
Ese mismo año publicó “California”, el último single antes de que la disquera Atlantic Records la dejara. Al mismo tiempo, terminaría una relación de cuatro años y comenzaría la pandemia de Covid-19. Durante este torbellino emocional, Chappell se confiesa ante el piano: la nostalgia de dejar su vida, de encontrar un nuevo hogar, de quizá fallar y decepcionar a quienes dejó atrás. Grita desesperada por volver a donde las hojas sí se marchitan, a su pueblo desahuciado, aunque sabe que su sueño jamás lo logrará ahí. Sólo necesita paciencia y persistencia.
Tras visitar nueve disqueras distintas, finalmente en 2022 regresaría con “Naked in Manhattan”, una canción en la que Chappell explora su atracción hacia las mujeres. Ella misma ha confesado que jamás había besado a otra mujer antes de la canción; eran sus deseos por sentir y dejarse llevar por esta nueva pasión. Embriagada por la música, Chappell se desnuda por completo frente a un mundo de posibilidades, en total libertad y alegría. Sin querer se convirtió en un “queer pop icon”; pero que defiende con fuerza y tenacidad a su amada comunidad.
Con estas canciones sentó las bases de su álbum debut. A la par del estreno en 2023, Chappell lanzó “Hot to Go”, el último sencillo del disco. Inspirada en su sueño infantil de ser porrista, Chappell invita a su público a soltar el pudor y abrazar su más sinceros sentimientos. Un grito unísono de alegría absurda, pero genuina; ánimos para amar a quien sea y enfrentar cualquier obstáculo.
El público encontró conexión poco a poco en “The Rise and Fall”, hasta llenar foros cada vez más grandes. Una fama tan repentina que a la propia Chappell le cuesta asimilar, a pesar de que siempre fue su sueño. El largo camino por encontrar un nuevo hogar y su verdadera identidad llegó a su fin. Ahora, Chappell nos ofrece un pequeño adelanto de su siguiente etapa como una artista queer plena: “Good Luck, Babe!”, un éxito viral a nivel global. Tras la caída, la princesa Chappell Roan se elevó aún más alto para enfrentar una historia aún por comenzar.