OPINIÓN MINA MAGALLÓN

Del dicho al hecho

El negocio de las encuestas políticas en México tiene una gran influencia en la política y en la forma en que los ciudadanos perciben el proceso electoral.

Créditos: Cuartoscuro
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Colaboración de Mina Magallón

Aunque las empresas encuestadoras en México son parte de una industria digamos que no cuenta con centenares de afiliados y su creación es reciente, el negocio de las encuestas políticas en México tiene una gran influencia en la política y en la forma en que los ciudadanos perciben el proceso electoral.

Si bien todas las encuestas en 2018 estimaron que Andrés Manuel López Obrador ganaría la elección, se observó un sesgo a subestimar la preferencia por López Obrador por parte de la mayoría de las casas encuestadoras. De las encuestas finales, varias obtuvieron un error menor de uno por ciento entre la encuesta y el porcentaje de votos obtenido, otras más tuvieron un error alrededor de dos puntos porcentuales. Sin embargo, muchas otras encuestadoras presentaron errores de entre el cuatro y hasta quince puntos porcentuales de subestimación de la preferencia por AMLO. Recientemente, en 2021 en la elección de la Alcaldía de Álvaro Obregón, las casas encuestadoras daban una ventaja de 26 puntos al candidato de Morena, Eduardo Santillán, frente a su contrincante Lía Limón.  Sin embargo, el resultado oficial fue la victoria de Lía Limón por más de 22 puntos y en las encuestas de la entonces candidata Delfina Gómez, acabó varios puntos por debajo de los esperado.

Ante las diversas problemáticas observadas a partir de la experiencia de los proceso electorales pasados, así como la falta de actualización en la regulación de las encuestas y sondeos electorales, a partir del uso exponencial de las redes sociales y la nuevas tecnologías, el seis de marzo de dos mil veinticuatro, mediante escrito el Mtro. Víctor Hugo Sondón Saavedra, Representante Propietario del Partido Acción Nacional ante el Consejo General del INE, solicitó a la Encargada del Despacho de la Secretaría Ejecutiva incorporar al orden del día de la Sesión Extraordinaria del Consejo General a celebrarse el ocho de marzo de dos mil veinticuatro, el punto de acuerdo siguiente: “Acuerdo del Consejo General del Instituto Nacional Electoral por el que se establecen medidas para garantizar que las encuestas y sondeos se utilicen como herramientas para la construcción del voto razonado y de una opinión pública mejor informada y evitar que se empleen como estrategias para influir en las preferencias electorales”. Explicando que se proponía el acuerdo, con la finalidad de complementar el marco regulatorio actual y, con ello, proteger y garantizar el derecho al voto libre e informado de la ciudadanía, así como legitimación del principio democrático.  Manifestó que no existe actualmente, disposición alguna que posibilite la valoración del rigor científico con el que se realizan las encuestas electorales, ni tampoco se sabe las fuentes de financiamiento para asegurar la imparcialidad de los ejercicios metodológicos o la calidad de los resultados de las encuestas. El Mtro Sondón expuso con detalle que la metodología que utilizan las casas encuestadoras o cualquier persona que realice una encuesta en redes sociales, debe seguir un acercamiento científico que permita establecer un grado de seriedad y objetividad en los resultados que se presentan a la ciudadanía, ya que hoy con la explosión de las nuevas tecnologías, el uso de redes sociales, el avance en la cobertura de Internet y sobre todo, la telefonía celular, dieron pie a la expansión en México en el uso de nuevos métodos de recolección de información para encuestas los que, por desconocimiento popular, se han hecho pasar como estudios serios. Igualmente explica que en lo que respecta a la legislación actual, muchas de las reglas no garantizan que se evite la publicación de propaganda disfrazada de investigación.

Continúa su presentación argumentando que ante las diversas problemáticas observadas a partir de la experiencia de los procesos electorales pasados como son los fake polls o encuestas falsas, la falta de buena fe y la manipulación de la información mediante el uso de la información selectiva, que los encuestadores o medios de comunicación informan selectivamente los resultados de la encuesta y dan forma a la narrativa que va dominando el proceso electoral. Otro gran problema que enumera el Mtro Sandón Saavedra es la poca claridad en el financiamiento de las encuestas, advierte que el interesado detrás de la contratación de una encuesta falsa busca lógicamente, distanciarse de la encuesta a fin de que la encuesta sea percibida como independiente y objetiva,  que este anonimato es habilitado a menudo por marcos legales insuficientes e instituciones de justicia poco interesadas en perseguir este tipo de delitos. Termina diciendo que en México y otros países, las casas encuestadoras sólo tienen que decir que ellas mismas pagaron la encuesta para que la autoridad se dé por satisfecha y la encuesta pueda ser publicada.

Desafortunadamente el 8 de marzo de 2024 por votación unánime de los Consejeros del Instituto Nacional Electoral, se determinó la no aprobación del Acuerdo del Consejo General del Instituto Nacional Electoral presentado por el Mtro Sondón Saavedra, quien quería establecer medidas para garantizar que las encuestas y sondeos se utilicen como herramientas para la construcción del voto razonado y de una opinión pública mejor informada y evitar que se empleen como estrategias para influir en las preferencias electorales. No obstante, las buenas intenciones, los Consejeros usando un lenguaje rebuscado, con una explicación tan larga que se pierde uno como en una telaraña, votaron con un rotundo no y seguiremos viviendo en un mundo feliz como si no existiera el celular o el internet en las encuestas.

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