Con la ausencia en el escenario de Mayhem, el cambio de horario de aparición de la banda headliner y la escasez de público en las gradas y en la zona VIP, se cumplió el sábado pasado la primera bien lograda edición de The Metal Fest Mx, organizado por Cacique Entertainment en el Velódromo Olímpico Agustín Melgar de la Ciudad de México.
Gutalax, la banda de República Checa, fue la encargada de inaugurar el escenario del Metal Fest Mx y fue tan puntual que, centenas de entusiastas metaleros se encontraban aún en las filas de acceso cuando empezaron a sonar los primeros retumbos que se escuchaban hasta adentro de la estación del Metro Velódromo.
Eran apenas la 1:00 de la tarde, el sol quemaba como en el mismo infierno y la gente no llegaba a la mitad del aforo; la zona VIP en ningún momento llegó a ese medio lleno, aunque sin duda alguna, fue el lugar más cómodo que podía haber en el recinto de la colonia Jardín Balbuena, debido al sol que desgarra la piel con cada rayo.
Puntualmente siguieron su turno, desde Finlandia, To/Die/For, que interpretaron canciones clásicas como “Little Deaths”, aunque por ratos ciertas letras no fueron cantadas por Jape Perätalo quien por momentos parecía distraído del mundo, pero fueron vitoreados igualmente por la fanaticada del metal goth.
Siguió el turno de los estadounidenses Atheist que hicieron una potente entrada al escenario del festival, y con su metal extremo, se adueñaron de él y de la simpatía de los presentes que no los tenían en el radar. Tras su set “on stage”, disfrutaron del festival como cualquiera que pagó un boleto, dieron un “paseo” por la zona general y preferente del velódromo que llenó de emoción a los asistentes que pudieron tomarse la foto y tener unos segundos de un improvisado y espontáneo meet & greet.
Con los ánimos más allá del encendido y como sacados del mismo infierno llegó desde Suecia el death y black metal de Necrophobic que, valga decir, turistearon por Teotihuacán y comieron tacos en el Califa en sus días anteriores y posteriores a The Metal Fest Mx. Su actuación fue impecable, con todo el poder de la oscuridad y su visible emoción por presentarse en suelo azteca.
Llegada las 6:30 de la tarde, el sol ya había causado estragos en todos los presentes, los poquísimos abstemios y menores de edad sufrieron la sed, no se hallaba un agua embotellada en todo el recinto, a penas un par de cocas al tiempo, aunque nunca dejaron de correr litros y litros de cerveza fría a diestra y siniestra.
Mientras el sol atenuaba, Death Angel, una de las bandas más esperadas hacía su aparición, debido al nivel de su trash metal de más de 30 años de carrera no dejaron ni un sólo decepcionado. Damien Sisson, el bajista, fue otro de los que, terminado su participación en el escenario, se bajó a turistear por el festival y accedió a tomarse fotos con todos los que lo reconocieron.
La parte más poderosa apenas se avecinaba, para este entonces Mayhem, ya había anunciado vía redes sociales que no podría presentarse esa noche aun cuando casi todos sus integrantes estaban en el Velódromo. Luego vino el metal melódico de Amorphis y la voz por momentos dulce de Tomi Joutsen.
Y luego sobrevino la confusión de varios. Primero: Mayhem cambió de horario, se convirtieron en el headliner cuando en el cartel oficial éste era Anthrax, aunque sí hubo previo aviso de ello; luego Mayhem sacó su comunicado en el que se disculpó con el público del Metal Fest Mx y en cambio ofrecieron un meet & greet con todos los que se formaron, aunque no sabemos cuánta gente se enteró de eso.
Ya con Mayhem fuera de la ecuación, la audiencia tenía en la mente que el gran final estaría a cargo de una de las gigantes bandas de thrash – Anthrax – como originalmente se había planeado, pero cuando la gente estaba esperando a Overkill, empezaron a sonar las notas duras de “Among the Living” de Athrax y el Velódromo enloqueció por completo; se cimbró, literalmente por los saltos casi coordinados del público que ya llenaba el Velódromo.
Ésta es una de esas bandas que estando en el escenario, no sabes hacia dónde mirar: a la derecha Scott Ian, al centro Charlie Benante, por todos lados Joey Belladonna, y claro, el gran regreso de Danny Lilker. Siguió un estrepitoso y apabullante set list de 12 tracks, entre los que aparecieron “Caught in a Mosh”, “Antisocial”, “Madhouse”, “Medusa” e “Indians”, entre otros más. Una imagen inolvidable fue Belladona haciendo la famosa señal de DIO con ambos brazos estirados al cielo: (lml. .lml).
Al término del set de Anthrax mucha gente dio por hecho que Overkill había cancelado al no salir al escenario antes de Anthrax y empezaron a irse. Pasaron varios minutos de oscuridad, quienes decidieron esperar, iniciaron las impacientes rechiflas y se seguía montando el escenario y checando el sonido. Sí, vendría Overkill. Eran poco más de las 22:47 horas de la noche, y finalmente, Overkill apareció para tocar cerca de 11 canciones y con un David Ellefson en envidiable condición.
La travesía de Cacique con este recién nacido The Metal Fest Mx ha sido cauta, sobria, sin presunciones, pero cumplidora. Ha ido directo a darle al público aquello por lo que pagó, un festival con bandas específicas que sí se presentaron y la que no lo hizo, al menos salvó el tema con la grata compensación de un m&g.
Al final, los fans del metal en su gran mayoría se fueron satisfechos, hubo variedad de subgéneros y bien representados por bandas que dieron lo mejor de sí ante un público que se dejó llevar y justamente la mezcla de organización, bandas y público, logró una edición exitosa que provocó un buen sabor de boca y sembró grandes expectativas para la segunda. ¡Enhorabuena The Metal Fest Mx!
Recuerda que Recuerden que la mejor música es la que se escucha ¡a todo volumen!
@Jenn_Ramirez_