El futuro no falta mucho, está marcado en el calendario de la Comisión Nacional del Agua, es el próximo 26 de junio de este 2024, ya que es el límite que prevé este organismo que sea la capacidad de este líquido que resiste el sistema Cutzamala que suministra de agua potable a las alcaldías de la Ciudad de México y los municipios mexiquenses. Es en serio, la crisis del agua ya es alarmante debido a la sequía, el aumento en la temperatura y la falta de lluvias que desde hace varios años hace difícil llegar a los promedios de agua en la Cuenca del Río Cutzamala –localizado entre los estados de Michoacán y el Estado de México que es nuestro principal abastecedor.
El problema de sequías y falta de agua potable en nuestra ciudad comenzó hace más de una década con la crisis de lluvias y el crecimiento demográfico de la zona metropolitana que demandó más de la capacidad de abasto y suministró que podía proporcionar el sistema, pero que desde los tres últimos años –junto con la crisis pandémica– el consumo se hizo mayor en las casas y hospitales reduciendo hasta un 51% la reservas que se tenían en el Cutzamala, lo que año con año se ha agudizado por la falta de lluvias. Y actualmente reporta la comisión encargada llega al 38% de su capacidad, lo que ha obligado a tomar medidas más severas en la extracción que es actualmente de 9 metros cúbicos por segundo.
De continuar con este ritmo de sequía, entre abril y junio estaremos con un verano crítico para hacer llegar agua a las casas de la Ciudad de México, el desabasto y la crisis hídrica se agudiza en este periodo en que los ojos están en las urnas, en los partidos, en las casillas y las candidatas, pero la vida cotidiana se debate entre la sequía, el desabasto y el desigual abasto de este líquido que ya comienza a tocar la puerta de nuestros barrios.
Aunque desde casi cinco años para algunas colonias de las alcaldías Iztapalapa, Tláhuac y paradójicamente Xochimilco el agua no sale en las llaves y las pipas cada vez son una mafia que tienen a los vecinos de esas demarcaciones en lo que pronto será un cártel del agua.
No es un tema de ambientalistas solamente, el agua es un asunto serio de una realidad que nos ha llamado a la puerta desde hace más de dos décadas y sin que haya autoridad, gobierno y política pública que nos promueva una reflexión profunda sobre nuestra cultura de ahorro, cuidado y respeto al medio ambiente y en especial en el rubro hídrico, ya que como lo ha indicado la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) estaremos los siguientes meses hablando del agua, culpando a los 14 campos del golf de la zona metropolitana, a los cientos de condominios con alberca, a los miles de complejos con cisternas profundas en lugar de reflexionar y crear políticas de ahorro personal y social sobre el presente y futuro del agua.
La Ciudad de México culpará a los dueños de los lagos artificiales de Valle de Bravo que han privatizado el agua, las candidatas usarán el tema para señalarse mutuamente; los derrochadores señalarán las fugas no reparadas por el sistema de aguas; los que tienen que pagar por pipas sufrirán de su aumento y al final nadie haremos un profundo cambio en la manera de usar este vital líquido que tiene los días contados en el sistema del Río Cutzamala; por lo pronto racionalicemos el uso doméstico del agua que es cada vez más escaso, más difícil que llegue a nuestras casas.
Abramos la discusión: @salmazan71