OPINIÓN MINA MAGALLÓN

Sí hay agua y está turbia

El pasado 16 de febrero se publicó en todo el mundo que el líder opositor ruso Alexei Navalny de 47 años de edad, había fallecido en extrañas circunstancias.

Créditos: Reuters
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Colaboración de Mina Magallón

El pasado 16 de febrero se publicó en todo el mundo que el líder opositor ruso Alexei Navalny de 47 años de edad, había fallecido en extrañas circunstancias en una de las instituciones penitenciarias más severas que existen en el mundo, en Siberia, donde las temperaturas extremas del círculo polar ártico, condiciones inhumanas y la torturas son inimaginables hasta que uno lee la descripción que hizo Aleksander Solzhenitsyn en su famosa obra Archipiélago Gulag sacudiendo la conciencia del lector al leer que comía cucarachas para sobrevivir y así poder contar los secretos del Gulag, aquella red de campos de prisioneros en las que miles de rusos son enterrados en vida por oponerse al Estado. El lunes pasado, un coro de voces en todo el mundo expresó su pesar por la muerte de Navalny cuya terrible experiencia refleja el horror de los campos de prisión en Siberia convirtiéndolo a otro disidente más que caen en manos de Putin. 

El mismo 16 de febrero el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Diputados de los Estados Unidos, el republicano de Ohio Michael Turner, informó que existe una nueva y “grave” amenaza a la seguridad de Estados Unidos sin precisar de qué se trataba. Pero rápidamente la noticia se volvió viral y salió a la luz que Putin cuenta con la capacidad de usar armas nucleares en el espacio con el objetivo de destruir cualquier satélite que los Estados Unidos tenga en el espacio y de esa manera paralizar toda comunicación, apagando todas las computadoras que existen en Estados Unidos haciendo la vida como la conocemos hoy imposible. No se puede ni siquiera imaginar cómo sería el caos que se causaría el no tener manera de usar los teléfonos, la televisión, las computadoras, etc. etc. Michael Turner junto con el líder de la Cámara de Diputados, el republicano Mike Johnson pidieron al presidente Biden investigue a fondo lo que están tramando los rusos en la carrera armamentista. Ambos partidos tanto los demócratas como los republicanos, se unieron como si fueran un solo partido. Igualmente, el secretario de Estado Antony Blinken planteó la posibilidad del movimiento nuclear ruso la semana pasada en la Conferencia de Seguridad de Múnich. La advertencia de Blinken fue clara: cualquier detonación nuclear en el espacio afectaría no sólo a los satélites estadounidenses, sino también a los satélites de China y de India.

En 1972, Richard Nixon y Leonid Brezhnev firmaron el Tratados sobre Misiles Antibalísticos (ABM) y en 1987 Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov firmaron el Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF). Pero en diciembre de 2001, después del ataque a las torres Gemelas en Nueva York, el presidente George W. Bush notificó a Rusia, la retirada del Tratado sobre Misiles Antibalísticos (ABM) y en agosto de 2019, Donald Trump oficialmente anunció que abandonaba el Tratado sobre Armas Nucleares de Alcance Intermedio (INF).

Tras la desaparición de los Tratados, los misiles se han convertido en los aceleradores de la carrera armamentística. Parece ser que ya se encuentran en el espacio extraterrestre algunas de las armas que sabemos se han estado desarrollando con nuevas capacidades como son los siguientes tipos de misiles:

  • Los sensores espaciales; 
  • La guerra electromagnética por láser (con una velocidad de 300,000 kilómetros por segundo);
  • La inteligencia artificial (IA);
  • Los nuevos sistemas de misiles hipersónicos.

Un alto funcionario de inteligencia de EUA comentó que Putin podría estar apostando a que la amenaza de una explosión nuclear en el espacio es diferente de la amenaza, por ejemplo, de la destrucción de una ciudad como Los Ángeles o Londres y para acabarla de amolar el jueves 22 de febrero la mitad de Estados Unidos no tenía servicio telefónico y el pánico empezó a sentirse. Recordamos como en 1938, Olson Wells en su programa de radio describía que los marcianos estaban aterrizando en la tierra causando verdadero caos en algunas ciudades de la Unión Americana.

Públicamente, la Casa Blanca sólo ha descrito la nueva arma rusa como tecnología antisatélite, sin ofrecer ningún detalle en concreto. El vocero de la Casa Blanca John Kirby explicó la semana pasada: “No estamos hablando de un arma que pueda usarse para atacar a seres humanos o causar destrucción física aquí en la tierra”, pero si entendemos que la vida como la conocemos se paralizaría completamente si un satélite en el espacio es destruido por los rusos con el ánimo de paralizar a los enemigos. El famoso Astrofísico Neil de Grasse Tysen, quien ha escrito múltiples libros entre los que se encuentran “Accesorios de la Guerra, una alianza entre los astrofísicos y los militares”, claramente explicó que no tiene sentido lo que dicen que Putin está planeando, ya que desde hace mucho tiempo se tiene la capacidad para destruir en 8 minutos un satélite que se encuentre en órbita espacial. Grasse Tyson continuó diciendo que EUA, India, China, y Rusia tienen la capacidad para destruir un satélite usando energía cinética desde la tierra fácilmente y con toda precisión. Manifestó que no entiende que pretende Putin con diseminar esta información que no tiene ningún sentido, más que simplemente crear miedo por el uso de la palabra nuclear

Vimos en todas las redes sociales lo que significa vivir bajo una dictadura, vimos cómo se llevaban a las personas que se acercaban a poner un recuerdo a la memoria de Navalni e inmediatamente eran detenidos por la policía y arrastrados con toda la fuerza para meterlos a un camión para llevárselos sin ninguna garantía de que volverán a ver un rayo de sol. Afortunadamente en México se siguen haciendo ejercicios en pro de la democracia, no dejemos que Putin nos influya.

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