OPINIÓN LUIS ANTONIO DURÁN

'Loss Of Life': Amor indestructible desde los escombros

MGMT regresa con “Loss Of Life”, su quinto álbum de estudio y el primero con la disquera independiente Mom+Pop.

Créditos: EFE.
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Han pasado casi 20 años desde el gran debut de MGMT con “Oracular Spectacular”. La escena los relegó con grandes críticas pero pocos éxitos, hasta que la vida les dio una nueva oportunidad con el éxito viral de “Little Dark Age”. Sin embargo, en vez de apuntar a un segundo aire, su propia experiencia los encaminó a refugiarse en el amor de piedra que los mantiene firmes ante los golpes estrepitosos del mundo. Tiros que arrebatan vida, pero nunca matan.

MGMT regresa con “Loss Of Life”, su quinto álbum de estudio y el primero con la disquera independiente Mom+Pop. Contrario a su último disco, “Little Dark Age” de 2018, el dúo, conformado por Andrew VanWyngarden y Ben Goldwasser, exploran la oscuridad de una época tan turbulenta para encontrar un poco de luz; se aferran a aquello que consideran indestructible: el amor.

En “Mother Nature”, Andrew y Ben cuentan la historia de un héroe ordinario, el cual incita a su amigo a unirse en la búsqueda de algún sentido. Una guitarra acústica abre el camino hacia la aventura: le narra sus victorias y derrotas en un mundo tumultuoso. Poco a poco se le unen más instrumentos, como si escalaran una montaña. Ambos son el ancla contra la duda del siguiente paso; sus corazones laten recio, están protegidos. Llegan a la cima de un amanecer sin dudas; al mañana de un nuevo inicio, una nueva aventura.

El dúo recluta a Christine and the Queens en “Dancing In Babylon”, una power ballad muy ochentera, al estilo de Journey, en la que, una vez más, regresan al sentimiento básico que los ha mantenido vivos y centrados tras la destrucción. Luego de la pandemia, Andrew y Ben encontraron un escenario casi apocalíptico en la mayoría de la música y arte que observaban, por ello decidieron buscar atisbos de luz entre la gran nube de humo y polvo tras los bombardeos informáticos de una sociedad consumida en aislamiento y tecnología. Encontraron entre los escombros un amor indestructible e inclusivo; firme y perenne.

Más adelante, en “People In The Streets”, Andrew comparte su descubrimiento, aunado a las miles de preocupaciones y dudas habituales que surgen ante lo increíble. ¿Será una mentira? ¿Cuánto durará? ¿Cómo los destruirán de nuevo? No tiene las respuestas, pero sí esperanza en que perdurará. Las personas seguirán caminando, siempre les tendrá miedo, pero reunirse con ellas es parte del proceso de sanar todos juntos.

De la misma forma, en “Bubblegum Dog”, Andrew rememora el sonido y el sentimiento de los 90 para quejarse de un mundo que odia. Mezcla una guitarra grunge con un clavicordio distorsionado para mostrar la angustia de vivir en el ahora. Sin embargo, los mismos tiempos se apoderan y pegan a él. Quizá no es tan agobiante si dejas de pelear.

MGMT está lejos del sonido electrónico que los catapultó en los 2000, pero aún viven rastros de ese pasado escondidos en cada canción. En “Nothing to Declare”, la guitarra se pierde en un desierto electrónico entre espejismos de sintetizadores y secuencias, mientras la voz de Andrew recita la experiencia de casi 20 años. Eligen con cuidado y dedicación cada sonido, para detonar el recuerdo que necesitan. No hay nada que declarar ni explicar, saben porque saben. Andrew y Ben han viajado de la mano hasta el sol del mañana. La vida seguirá escapando, y así mismo aprenderás a amarla, como el primer rayo del siguiente amanecer.