El día de ayer comenzó uno de los festivales culturales más extraordinarios del año y la reunión editorial más importante de toda Iberoamérica: la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara. Durante 38 años, este festival literario se ha realizado año con año, a cargo de la Universidad de Guadalajara. Se trata de una labor ininterrumpida que, incluso durante la pandemia de Covid-19, se llevó a cabo aunque de manera digital.
La FIL de Guadalajara es la segunda feria del libro más importante del mundo, apenas por abajo de la Feria de Frankfurt, en Alemania. En América, sin embargo, es la mayor feria que hay. El año pasado, acudieron más de 850 mil personas, hubo editoriales de 61 países diferentes y más de 17 mil escritores. Para este año, se espera rebasar esas cifras.
Otro de los puntos relevantes de la FIL es su labor para incentivar la lectura en nuestro país. Ciertamente, los niveles de lectura que tenemos no son los mejores, y aunque estamos siempre en contacto con textos cuando leemos mensajes o posts de redes sociales, no suelen ser textos sustanciales como, por ejemplo, el de una nota periodística.
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El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) realiza cada año desde 2015 un Módulo sobre Lectura (MOLEC) en el que analiza el comportamiento de la población lectora de 18 años y más.
En 2024, sólo el 69.6 por ciento de la población que sabe leer lo hace. Este es un dato preocupante pues, en 2015, el porcentaje era de 84.2 por ciento. Hay una disminución clara en la cantidad de mexicanos que leen.
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El MOLEC contempla cinco materiales distintos de lectura: libros, revistas, periódicos, historietas y páginas de internet, foros o blogs. Para considerar que una persona lee, ésta tuvo que haber revisado alguno de esos materiales en diferentes lapsos de tiempo que el reporte especifica.
Es en esta parte donde advertimos que materiales como los periódicos y las revistas han caído en desuso dramáticamente. En 2015. el 49.4 por ciento de la población leía periódicos. Éstos eran, de hecho, el segundo material más leído por la gente, luego de los libros. Para 2024, esa cifra bajó hasta 17.8 por ciento. Lo mismo sucedió con las revistas, que de 47.2 por ciento bajaron a 21.7 por ciento en nueve años.
En general, casi todos los materiales bajaron su porcentaje, salvo uno: páginas de internet, foros o blogs, que pasó de 37 a 39.4 por ciento. Con esto, podríamos inferir que existe un desplazamiento de la lectura hacia el mundo digital y, concretamente, hacia las redes sociales.
En 2023, el Digital News Report, realizado por la agencia de noticias Reuters y la Universidad de Oxford, concluyó que los jóvenes del mundo preferían buscar noticias en las redes sociales antes incluso que en las versiones digitales de los periódicos. Lo anterior podría el explicar el porqué de la baja tan drástica en los periódicos.
Y aquí surgen varias interrogantes sobre este desplazamiento. ¿Se puede encontrar una lectura sustancial en plataformas que suelen restringir la extensión de los textos? ¿Qué tanto afecta al lector y a su atención la fugacidad de las redes sociales? ¿Son un espacio óptimo para incentivar la lectura?
El MOLEC, sin embargo, también muestra resultados alentadores, como que la literatura es el tópico que mayor se lee entre quienes consumen libros. Aún queda esperanza para la lectura y parece ser que esa esperanza está en las novelas.
Sapere aude! ¡Atrévete a saber!
@hzagal
(Héctor Zagal y Óscar Sakaguchi, coautores de este artículo, son conductores del programa “El Banquete del Dr. Zagal en MVS 102.5 todos los miércoles a las 22:00 y los sábados a las 17:00)