OPINIÓN LUIS ANTONIO DURÁN

'Javelin': Un tiro mortal fallido

Sufjan Stevens regresa con su décimo álbum de estudio, una colección de 10 canciones en las que expone su corazón.

El músico estadounidense Sufjan Stevens, durante su actuación en festival San Miguel Primavera Sound.
El músico estadounidense Sufjan Stevens, durante su actuación en festival San Miguel Primavera Sound.Créditos: EFE.
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Luis Antonio Durán

Una jabalina, un arma inusual. Un lanzamiento difícil, un tiro mortal. Sufjan tuvo la fuerza para lanzarla a quien amó, pero su presa se escapó. Ahora agradece su fallo, porque aún sin él, no soportaría vivir con sangre entre sus dedos. Tirar y errar. Tirar y perder. Tirar y soltar.

Sufjan Stevens regresa con su décimo álbum de estudio “Javelin”, una colección de 10 canciones en las que expone su corazón, con el sonido desnudo de su voz y su guitarra, envuelto en el arrullo de un máximo coro de ángeles o cualquiera que sea la música del otro mundo.

En sus poco más de 20 años de carrera, Stevens siempre fue reservado en su vida privada, sin embargo, este álbum tiene una dedicatoria especial para su recién fallecida pareja, Evans Richardson. La primera pieza, “Goodbye Evergreen”, pareciera su despedida. Su voz apenas susurra los lamentos en vida, sus miedos al final y peticiones de redención, hasta que su alma explota en una catarsis de dolor y celebración. La tristeza se apachurra con los cantos de quienes reciben alegres a su compañero. Tanto amor trascenderá y se expandirá por la eternidad, con música de ambos mundos.

De vuelta a su mundo, Sufjan suelta LA pregunta “Will Anybody Ever Love Me?”, ¿Alguien me amará alguna vez?, de manera genuina, sin penas ni ataduras. Una duda legítima cuando el tiempo se acorta, pero Stevens la canta con el optimismo de quien ve amor en cada ser vivo del planeta. Reconoce sus errores pasados y está dispuesto al dolor de su castigo, sin miedo a que se apague el fuego de su corazón.

Sufjan muestra su fé en Dios en “Everything That Rises”, donde rinde una plegaria para que Jesús lo salve de su propia mente. Que el pasado se desvanezca en humo y su alma converja con todo aquello que se eleva. Un salto de fé hacia la salvación de un alma en busca de paz.

Porque está cansado de caminar con la carga del pasado. En “So You Are Tired”, sin revelar su propia vida, narra el reclamo de una persona hacia su pareja. Nos lleva al momento en que empuñó la jabalina. Cuando el hastío del tiempo lo llevó al límite de lanzar el golpe mortal, aún cuando su amor seguía tan fuerte como hace 14 años.

Tantos reclamos, tanta “Shit Talk”, sólo quedan como soplos en el viento. Tras el punto de quiebre, ya no hay vuelta atrás; no más peleas, el amor perdura, pero por caminos separados. Sufjan se aferra en un abrazo al amor que ya no puede ver a los ojos; mientras un coro de ángeles se lo intenta arrebatar de sus brazos ya cansados. Con lágrimas en sus manos, en vez de sangre, libera a su amor. Un hasta luego duele más que un adiós definitivo. Fallar el tiro le dio libertad.