Hace 30 años, Green Day lanzó “Dookie”, donde mostraron la frustración y el hartazgo de ser joven en un mundo indiferente. Hace 20 años, “American Idiot” vio la luz, con su fuerte crítica hacia la política de Estados Unidos. Ahora, los californianos regresan con su decimocuarto álbum de estudio, “SAVIORS”, el cual pretende dar continuidad a esta trilogía de los olvidados del sistema. A través de 15 canciones, Billie Joe Armstrong, Mike Dirnt y Tré Cool explotan unas cuantas bombas, insignificantes para un mundo en decadencia. ¡Vamos! Tómate la selfie frente al país en llamas. Quién sabe cuándo llegue nuestro Salvador.
Desde sus inicios, Billie ha denunciado la gran mentira del “Sueño Americano”; aún con 51 años, lo sigue haciendo. En “The American Dream Is Killing Me”, las guitarras acompañan la marcha de los miles de desahuciados, cuyos hogares fueron destruidos para construir departamentos impagables. Morir soñando; da igual si despiertas, pues sólo verás el concreto del progreso negado. Pero ¡hey!, agradece que vives en el mejor país del mundo… o al menos así lo venden.
Parece que en 30 años sólo ha cambiado el tamaño de las pantallas. En “Living in the ‘20s”, Billie expresa sus condolencias a una sociedad manchada por tiroteos y falsas esperanzas. Un mensaje cortado por una guitarra que desgarra como interferencia de mala conexión o el anuncio de productos desechables. Atrapados en la misma espiral de contenido basura, pero ahora con la comodidad de verla desde la palma de la mano. Las décadas sólo cambian de número ¿No es genial?
¿Y por dentro qué ha cambiado? Billie nos da la bienvenida a su propia adicción en “Dilemma”. Acompañado de su guitarra, revela su lucha interna contra el alcohol. Un amor que lo convirtió en un zombie, pero que ahora grita desesperado por una salida hacia la paz y claridad de la sobriedad. ¿Dónde está el salvador? Porque sólo hay fuerza para levantar otra botella.
El mundo no puede quedarse así, debe haber un cambio verdadero aunque no lleguemos a verlo. En “Father to a Son”, Billie escribe una carta a sus hijos en la que reconoce sus miedos, errores y angustias, pero al mismo tiempo les ofrece un poco de sabiduría para que puedan llegar a la tierra que jamás verá. Su canción de cuna crece con la pasión de su promesa hasta estallar en una épica orquestal, donde las migas de esperanza deslumbran sólo por sus hijos. Quizá ellos sí alcancen el sueño americano… o mejor, su propio sueño.
“Desde que Bowie falleció, no ha sido igual”, declara Billie en “Strange Days Are Here to Stay”. Es decir, desde 2016, el mundo se ha complicado: guerras, polarización, pandemia, depresión, inflación, y un largo etcétera. Parece que cada vez hay más razones para estar enojados con quienes nos gobiernan; más shots de vida al punk. Con más de 50 años, Billie, Mike y Tré siguen denunciando los males de un gobierno indiferente. Saben que la vida se complica conforme creces; pierdes la inocencia, pero al mismo tiempo ganas empatía con quienes sufren el salvajismo de una sociedad y un sistema que los olvida. Aún con arrugas, su mensaje punk mantiene viva la llamafuria para que las futuras generaciones, igual de hartas y desengañadas, griten y exijan un cambio. Que derrumben los sueños de mentira y se conviertan en sus propios salvadores.