Arrecian los golpes en el cuadrilátero del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) Las diferencias en torno al método de elección y sus resultados que favorecieron a Claudia Sheinbaum, como coordinadora de los Comités de Defensa de la #4T y virtual candidata a la presidencia de la república, confrontan a las tribus, exhiben su falta de identidad política y ponen en riesgo la unidad del partido en el poder.
La batalla es cruenta entre sus líderes morales, fundadores y principales figuras. Nadie quedó conforme con el resultado de las encuestas. Los otros aspirantes, que eran Marcelo Ebrard, Adán Augusto López, Ricardo Monreal, Gerardo Fernández Noroña y Manuel Velasco, buscan obtener la mejor tajada política de ésta derrota, de manera personal, algunos, y otros desde sus partidos (PT y PVEM).
Una guerra fratricida que sepulta el espíritu de la #4Transformación, de creer que el triunfo en las urnas purificaría la vida política para ejercer el poder de una manera distinta. De avanzar y resolver los conflictos sin divisiones, con una nueva forma de relacionarse con el Presidente de la República. Una utopía que llegó a su fin a cinco años de asumir el poder.
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El manotazo “conciliador” de Palacio Nacional no prosperó, fieles a su ADN del PRD y del PRI, los grupos de poder en Morena no han logrado transitar del movimiento de masas a un partido autónomo. Andrés Manuel López Obrador (AMLO), sigue como punto de convergencia de las tribus, el caudillo que dirige su destino y hereda el poder a través del bastón de mando.
Un juego de poder que incluye a sus partidos satélites a fin de mantener el control del Congreso Federal y los 23 Estados que gobiernan. De la capacidad e inteligencia con la que actúen dependerá la estabilidad política del país en la sucesión y elección de 2024.
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Al refrendar la tradición del “Dedazo”, en la #4Transformación, para ungir a Claudia Sheinbaum, López Obrador pone a prueba la “lealtad a ciegas” de sus colaboradores, pues además de gobernar al país, coordinará la campaña desde Palacio Nacional y el relevo en la dirigencia de Morena, donde impondrá a Adán Augusto López.
AMLO tiene el control absoluto de la sucesión presidencial en SU partido, Morena. Reitera una y otra vez que Sheinbaum, Ebrard, Adán Augusto y Monreal son sus “hermanos”. Impone vínculos de fraternidad y consanguinidad política. De modo que, cualquier desobediencia, implicaría fratricidio. Y para los más rebeldes el exilio.
Incluso, la aspirante presidencial de la oposición, del Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez, le pidió al presidente López Obrador “no ser montonero”, al advertir que se convertirá de facto en el jefe de campaña de Claudia Sheinbaum y operará una elección de Estado.
Así las cosas, la política mexicana vive un hecho inédito por la sucesión adelantada que acarrea consecuencias más negativas que positivas. De ahora en adelante las decisiones y acciones que se tomen en la administración pública y en materia de gobernabilidad serán temas electorales con cargo al erario, en el fin del sexenio.
Vericuentos
Monreal, ¿a San Lázaro o CDMX?
Desde su quinto lugar en las polémicas encuestas de Morena, Ricardo Monreal, senador con licencia, se apuntó para buscar la jefatura de gobierno de la Ciudad de México. Sin embargo, dicen en radio pasillo que, oootra vez no le cumplirán la promesa, pues ya le pusieron contrincantes: la alcaldesa de Iztapalapa Clara Brugada y Omar García Harfuch ex secretario de Seguridad Ciudadana, cercano a Sheinbaum y quien se perfila como fuerte contendiente para gobernar la CDMX. Si los astros se alinean, al zacatecano, le tocaría la coordinación de los diputados de Morena. ¡Tómala!
Tiempo de mujeres: Kenia López.
Una vez más, la senadora del PAN, Kenia López Rabadán, coloca en el centro de la agenda política la participación de la mujer. Considera que, “el 50 por ciento de las posiciones de decisión deben ser para el sector femenino, porque sólo así se puede construir un mejor México donde entremos todas y todos”. La panista propone: “impulsar gobiernos honestos, trabajadores e incluyentes tanto para la Ciudad de México como para todo el país”. Rumbo al 2024, advierte: “No basta con que los gobiernos digan que son feministas, deben trabajar para erradicar las brechas de desigualdad” ¡Órale!
¿Presupuesto electoral?
La presentación ante el Congreso del paquete económico elaborado por la Secretaría de Hacienda para 2024 confirmó las prioridades del gobierno de la #4T en el último año del presidente López Obrador. Para empezar, los programas sociales, las becas y apoyos registrarán aumentos importantes, por ello para la Secretaría del Bienestar se proyecta un plan de gasto de 543,933 millones de pesos, que es 25.2% más que en 2023. No es que uno sea mal pensado, pero en año de elecciones llama la atención tanta generosidad para el pueblo bueno. Otro afortunado en “el año de Hidalgo” es el Ejército, el gobierno solicitó un presupuesto de 259 mil 400 millones de pesos para el año 2024, un aumento del 131.8 por ciento con respecto a lo aprobado para el 2023. En contraparte, la Secretaría de Salud reporta un recorte de 55.8% menos que en 2023. ¡Sopas!
@guillegomora