Tras años de lucha interna y contra la industria misma, Kim Petras suelta su fiera en la pista de baile de la posteridad. Beats revientan a su alrededor, como las miles de personas que la acompañan bailando en esta travesía por aceptación y visibilidad.
Luego de arrasar el mainstream, junto a Sam Smith, con “Unholy”, y ser la primera mujer trans en ganar un Grammy por ello, Kim Petras lanza, técnicamente, su álbum debut “Feed The Beast”. A través de 15 canciones, algunas de ellas recuperadas de sencillos previos, Kim sale sin tapujos para plantarse como una estrella pop, sin etiquetas ni marcas por su identidad.
Acompañada por Nicki Minaj en “Alone”, Kim recupera un sample de “Better Off Alone” de Alice DeeJay, pues sigue siendo una gran fan del pop, en especial del eurodance y house de los 90 y principios de los 2000. Desde siempre, los clubs del mundo son un refugio para aquellos que desean mostrarse tal cual son bajo las luces arcoíris. El día es una tortura, pero la noche es de ellos.
Los beats contundentes de “King Of Hearts” destrozan los prejuicios. Kim explota en gritos su determinación de instaurarse como la reina de la noche. En una industria transfóbica de clóset, Kim ha luchado por encontrar un lugar donde expresar esa emoción de amar su propio cuerpo; un hogar neón que pretende expandir a todos las radios y audífonos. Al igual que ella, nadie necesita la aceptación de otra persona para saber quién es y qué desea.
Sin embargo, Kim tampoco se toma las cosas tan en serio. Su principal objetivo es divertirse y contagiar a los demás con su música y sus letras. En “Coconuts”, hace una oda a sus pechos, para besarlos, apretarlos, lamerlos y amarlos. Ritmos tropicales envuelven la voz de Kim, que seduce por un trago más y más y más. ¿A quién no se le antoja una piña colada con este calor veraniego?
Kim juega con sus palabras, sin llegar a las frases explícitas de su EP “Slut Pop”. En “Hit It From The Back”, diluye los innuendos sexuales de una última noche antes de romper, para evitar la marca de “mayores de 18”. Sabe que el sexo vende, pero se necesita inteligencia para disfrazarlo en éxitos comerciales. En una industria tan mustia, las estrellas pop caderean con (mínima) ropa.
“Todo lo que lanzo es un éxito”, declara en “uhoh”. Los años de duda ya pasaron. Kim está en un punto alto, donde brilla bañada en glitter diamante. Ella canta y baila en el mejor hogar que pudo encontrar: la música. Su carisma y felicidad son tan sinceras que infectan a aquellos dispuestos a escuchar sin prejuicios. No necesita ni desea escribir canciones especialmente dirigidas a la comunidad LGBT+, pues el deseo y el placer no entienden de género. Aunque las críticas absurdas por su identidad sexual persistan, a Kim ya no le importan porque sabe muy bien quién es: una superestrella pop.
Cabe recordar que pronto vendrá a la Ciudad de México como parte de su gira mundial «Feed The Beast World Tour». Estará el 18 de noviembre en el Corona Capital 2023, en el Autódromo Hermanos Rodríguez de la capital mexicana. Los boletos aún están disponibles en la página oficial de Ticketmaster.